El Pentágono decidió reubicar fuerzas navales y aéreas en la región del Mediterráneo y el norte de África para estar preparado ante cualquier opción u orden que pueda tener que llevar a cabo de manera rápida por la rebelión en Libia. El gobierno de EE.UU. afirmó que realiza sólo planes de contingencia que no fomentarán la violencia en la región.