Los legisladores republicanos quieren ampliar los alcances de la polémica ley migratoria de Arizona contra los indocumentados, con una propuesta para requerir que los hospitales verifiquen si sus pacientes están legalmente en el país. La propuesta generó indignación entre los médicos, que temen que esa ley los convierta en agentes migratorios. Además expusieron escenarios en que los inmigrantes con enfermedades contagiosas como tuberculosis se pondrían en grave riesgo, ellos mismos y a la población, al preferir quedarse en casa en lugar de acudir a una clínica u hospital. Los defensores de esta medida, dicen que es necesaria para enfrentar la inmigración ilegal, cuando los hospitales pierden decenas de millones de dólares por atender a indocumentados en las salas de emergencia. En este caso, los galenos después de atender casos de emergencia a indocumentados, deberán llamar a las autoridades migratorias para que los deporten.