Londres, 1 feb (EFE).- El acuerdo a contrarreloj alcanzado entre el Chelsea y el Liverpool por Fernando Torres puso la guinda a un mercado invernal frenético en el que los clubes de la «Premier» abusaron de talonario para sellar fichajes récord y gastar, en total, más de 135 millones de libras (217,4 millones de dólares).
El delantero español fue el absoluto protagonista de un mes de negociaciones, dilaciones y dudas cuyo plazo límite concluyó el lunes a las 23.00 GMT, y en el que, de nuevo, el multimillonario ruso Roman Abramovich, dueño del Chelsea, logró salirse con la suya.
La confirmación oficial de la marcha de Torres a Londres se materializó cuando se agotaba el plazo límite para convertir a «The Kid» («El Niño»), jugador fetiche de la era Rafa Benítez, en uno de los nuevos hombres de la escuadra del italiano Carlo Ancelotti.
Tras tres años y medio, un himno diseñado a su medida y legiones de incondicionales, algunos de los cuales queman ahora su camiseta por despecho, el «Niño Torres» cambió el rojo por el azul y, desde anoche, se debe a la entidad de Stamford Bridge, que tuvo que mejorar una oferta inicial rechazada por el Liverpool el viernes para incorporar al atacante internacional español.
La operación ha costado al club londinense 50 millones de libras (80,5 millones de dólares)), lo que convierte a Torres en el jugador español más caro de la historia y en el quinto futbolista más caro del mundo, por detrás de Cristiano Ronaldo, Zinedine Zidane, Kaká y Luis Figo.
La operación entra también en el libro de los récords en dos registros más: el traspaso más caro de la historia entre clubes ingleses y el mayor de siempre del mercado de invierno europeo.
No sólo Torres fue noticia. En cuestión de horas, los clubes británicos se volvieron locos y batieron dos récord, ya que tras la marcha de «El Niño», el Liverpool confirmó otra novedad en su plantilla: la llegada del delantero inglés Andy Carroll, por el que pagó al Newcastle United 35 millones de libras (56,3 millones de dólares)).
El acuerdo entre clubes convirtió al joven atacante (de 22 años y con tan sólo 34 goles en su palmarés en su carrera profesional) en el jugador inglés más caro de la historia.
Su valor supera, incluso, al del central del Manchester United Rio Ferdinand, quien ya era un futbolista internacional consagrado -mientras que Carrol sólo ha jugado una vez para su selección- cuando dejó el Leeds United por el Manchester en el 2002 por 29,1 millones de libras (46,8 millones de dólares).
En un mercado (el de invierno) que habitualmente pasa inadvertido con respecto al de verano, los clubes de la primera división inglesa superaron los 135 millones de libras (217,4 millones de dólares), una cifra astronómica dado el contexto austero derivado de la crisis económica.
En Anfield recaló también el internacional uruguayo Luis Suárez, quien firmó a última hora con la entidad de Mersey, donde estará, según dicen los documentos, las próximas cinco temporadas y media, después de que su traspaso fuera ya el viernes acordado con el Ajax.
La directiva «red» pagó un total de 26,5 millones de euros (42,6 millones de dólares) por el delantero, de 24 años, cuyo sueño es jugar en España, y quien a partir de ahora se pondrá el dorsal número «7».
Otro fichaje destacado y, siguiendo la tónica, que se concretó cuando casi concluía el plazo, fue el del internacional brasileño David Luiz, ex del Benfica y otro de los nuevos hombres del Chelsea: un central zurdo, técnico, veloz y habilidoso en las jugadas aéreas.
Por sus servicios, el magnate Abramovich se desprendió de 25 millones de euros (40,2 millones de dólares), más la cesión del medio centro internacional serbio Nemanja Matic en la que tampoco fue una operación sencilla, puesto que las negociaciones entre ambos clubes se habían roto la semana pasada.EFE