“Estoy aquí desde las cinco de la mañana, entiendo que las oficinas abren sus puertas desde la ocho, pero son las diez de la mañana y ni siquiera se han entregado los turnos”, precisó en tono molesto, Santiago Vargas, usuario.
Y es que la realidad que se vive en este organismo municipal, enfurece al más calmado de los hombres.
Con un sistema informático caótico, que presenta problemas desde la semana pasada, cuando el viernes anterior, no se ofreció servicio a los usuarios precisando que no existía servicio de red.
“Me piden documentos, firmas, sellos y miles de detalles más. Cuando tengo toda la información, se cae el sistema y no me pueden atender”, indicó Maria Rodríguez.
Las colas interminables no son el principal problema que viven los usuarios, lo que también molesta es la falta de conocimiento y eficiencia de los funcionarios. “La confusión es clara, ni ellos entienden que documentos son los necesarios para el trámite. No tengo tiempo para jugar”, concluyó María.