Mientras se investiga el atentado del lunes pasado en el aeropuerto moscovita de Domodedovo, comenzaron los cuestionamientos de las altas cúpulas de los sistemas de seguridad pública de Rusia.
El presidente Dmitri Medvedev destituyó ayer a cuatro responsables del Ministerio del Interior, entre ellos el jefe de Seguridad en el transporte público.
Con respecto a los autores del atentado, aún hay muchos puntos oscuros. El primer ministro Vladimir Putin descartó que provengan de Chechenia y apuntó a los rebeldes separatistas de Daguestán, otra república rusa del Cáucaso Norte.
Las declaraciones de Putin marcan cierta diferencia con lo que han develado los servicios de inteligencia rusos, quienes señalan a los extremistas islámicos como responsables.
En lo que ambos coinciden, es que el ataque provino de la incontrolable región del Cáucaso