Vie. Nov 22nd, 2024

Emelec sacudió el mercado de pases, al anunciar el viernes, la contratación de Edison Méndez, en la noche de la ‘Explosión Azul’.
Otra vez, ‘El Bombillo’ le ganó la pulseada a Barcelona. La plana canaria, que comanda con arrestos y profundos méritos, el ‘Pocho’ Harb se quedó con el pie trabado en el acelerador, el miércoles en la ‘Noche Amarilla’, cuando esa hinchada maravillosa y amnésica, aspiraba a escuchar el anuncio de la llegada del ‘Quinito’ para colocarle el ‘broche de oro’ a los ingentes esfuerzos realizados en los últimos quince días. Es obvio, que el dinero ya no alcanzó para financiar ese último esfuerzo y dos días después, Méndez aterrizó en Emelec, suscribiendo un contrato en términos manejables. 150 mil dólares de prima y 30 mil dólares mensuales. Unas cifras, casi de regalo, si consideramos las cantidades voluminosas que ha manejado el volante del Juncal, desde su tránsito por el PSV holandés. A Barcelona le volvió a pasar lo ocurrido con Pedro Quiñónez, la temporada pasada. La llegada de Méndez es una luz de esperanza. Por su jerarquía, por su trayectoria internacional, por su diabólica pegada, que se sumará a la ya exhibida por Pedro Quiñónez y David Quiroz, conformando un tridente espectacular, que acaso conforma la mejor media cancha del fútbol ecuatoriano. Será prudente decirle a Méndez, que se dedique a jugar a tiempo completo y olvide esa estampa de ‘trinquero’, si quiere alcanzar su anhelo de volver a la selección, que entendemos es el móvil de su sacrificio económico. Sirve el ‘Qunito’ entregado y ganador. El que corre los 90 minutos. El que se carga el equipo al hombro y es agente de las grandes victorias. Nadie quiere ver, al volante agrandado y denso, que tiene profundas lagunas en su trabajo. Como ocurrió antes de irse de Liga con destino al Atlético Mineiro donde fracasó ruidosamente. Que el jugador de alta clase, le gane al hombre caprichoso y sin voluntad,  es la condición que exigen los hinchas millonarios.
Por: Raúl Cruz Molina

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