El viernes, las calles del sector de La Mariscal, entre otros lugares de la capital, se convierten en cantina de jóvenes de edad universitaria.
Van y vienen con una botella en la mano y se agrupan impidiendo el tráfico, dando un aspecto inseguro y temeroso a la urbe. A su lado pasan delincuentes que abusan de su inconsciencia para volverlos blanco de sus fechorías. También los rodean vendedores de droga que hacen presa fácil de su curiosidad.
La juventud es una época de descubrimiento y aprendizaje. Lastimosamente es corta y pasajera. Las inquietudes se presentan en esta etapa de la vida y nos lleva a probar varios aspectos.
Dentro de este contexto, surge un grave problema: el sobrepasar la fase de experimentación y sumirse en vicios y situaciones poco convenientes.
Cabe hacer un alto en el camino para tomar conciencia, pues así como la juventud es una etapa de experimentación, también es una epoca de crecimiento personal. De este período depende el éxito. No lo desperdicie en vicios estériles.
