Vie. Nov 22nd, 2024

La Paz, 16 ene (EFE).- Una fuerza antidroga formada por policías y militares inició la destrucción de cocales ilegales en Bolivia con el propósito de llegar este año a las 8.500 hectáreas, superficie superior a la erradicada el año pasado, informó hoy el Gobierno.

La erradicación comenzó el sábado en la localidad de la Asunta, a 200 kilómetros al noreste de La Paz, que es uno de los centros de cultivo ilegal de la coca, planta usada en Bolivia con fines culturales y medicinales, pero también desviada al narcotráfico.

El ministro de Gobierno (Interior), Sacha Llorenti, y el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, encargado de la lucha contra el narcotráfico, afirmaron que este año se superarán en todo el país las 8.500 hectáreas destruidas, frente a las 8.200 logradas en 2010, según un informe del ministerio de Gobierno.

Según Cáceres, la mayoría de los cultivos ilegales se destruirán en consenso con los productores campesinos y otra parte se hará por la fuerza, porque hay agricultores que no pertenecen a sindicatos que han comenzado a expandir su siembra, al margen de los controles.

La otra zona productora de coca en Bolivia donde también se erradicarán cultivos ilegales es el Chapare, en el centro del país, donde los sindicatos tienen como líder al presidente Evo Morales.

Según el último reporte de Naciones Unidas conocido, que data de 2009, en Bolivia existen alrededor de 30.000 hectáreas de coca, una cifra que no varía mucho hace varios años, ya que los campesinos vuelven a sembrar después del proceso de erradicación.

Cáceres señaló que para evitar esa situación, este año los sindicatos pondrán en marcha una alianza con el Ejecutivo para controlar que sus afiliados no expandan nuevamente las plantaciones.

La ley antidrogas permite cultivar un máximo de 12.000 hectáreas de coca, aunque Morales quiere subir ese límite hasta 20.000, con el propósito de usar la planta para proyectos industriales.

El mandatario enviará además la próxima semana a su canciller, David Choquehuanca, hacia España, Francia, Bélgica, el Reino Unido y Suecia, para buscar apoyo a su gestión ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) para que se despenalice el masticado de coca, costumbre de los indígenas de Bolivia y otros países andinos. EFE

Por Mauricio