Masiva asistencia ayer en guayaquil para estreno de la promocionada historia de Harry Potter
El «joven mago de la cicatriz» en forma de rayo, volvió con una nueva aventura titulada, «Harry Potter y el Ministerio del Príncipe», donde junto a sus amigos de siempre, Ron Weasley y Hermione Granger, enganchó a los amantes de la pantalla grande con la historia del «Innombrable Lord Voldemort», a quien esta vez logra vulnerar sus defensas con la ayuda de su profesor, Horace Slughorn.
Esta película se estrenó ayer, a nivel mundial y en Guayaquil se exhibió en el cine Imax para los representantes de la prensa, quienes pudieron disfrutar de esta saga, que va por su sexta entrega y que parece continuará, ya que Potter todavía no quedó convertido en el «gran mago», que siempre soñó ni acabó con su «archi enemigo», Voldemort.
Los seguidores de sus hazañas quieren saber qué pasará ahora con Potter, luego que su maestro Slughom sucumbió durante la batalla por los mundos Muggle y Mágico. Todos se preguntan si alguna vez Harry podrá liberarse de Voldemort y su magia, va más allá de lo vidente.
Todavía encontramos a un Harry Potter indefenso, a pesar de la orientación de su mentor Dumbledore, que trata de prepararlo para la batalla final, que parece todavía no llega a su término y que mantendrá a la expectativa a todos los que gustan de este tipo de historias, donde la magia es el punto primordial.
En esta nueva entrega, Potter se alimenta de la sabiduría de un viejo libro, que perteneció a un misterioso príncipe, que se hacía llamar «El Príncipe Mendigo» y mediante el cual aprendió algunos secretos, que le sirvieron para aprender a preparar pócimas mágicas muy efectivas con las que logra sorprender a todos los compañeros de su clase y hasta a su maestro.
Potter estaba más relajado, hasta se da tiempo para pensar en el amor, lo cual desaparece cuando empiezan a ocurrir cosas muy extrañas en el Castillo Hogwarts.
La periodista Mónica Iturralde dijo que sus ansias de conocer en que consiste la gran profecía, que encierra esta historia, son enromes. Mónica esperó mucho, pero se fue satisfecha. El Imax siguió las profundas escenas en total silencio.
Por Alexandra Hurtares.