Estudiantes de La Plata se coronó campeón de la quincuagésima edición de la Copa Libertadores de América después de 39 años, con una gran victoria por 1-2 sobre Cruzeiro, en pleno estadio Mineirao de Belo Horizonte.
Gastón Fernández (m.56) y Mauro Boselli (m.72) marcaron para los ‘pinchas’, que dieron la vuelta al tanto de Henrique (m.51) y rompieron la igualdad del partido de ida (0-0), que se disputó la semana pasada en La Plata.
El plantel platense sumó su cuarta Copa Libertadores, después de los títulos de 1968, 1969 y 1970, y ganó un boleto para el Mundial de Clubes que se disputará en Abu Dhabi en diciembre y en el que ya están clasificados el FC Barcelona, campeón europeo; el Atlante mexicano y Auckland City por Oceanía.
El entrenador argentino Alejandro Sabella, afirmó que Juan Sebastián Verón, bastión en la conquista del título, es el mejor en la historia de Estudiantes de La Plata y pidió que se construya un «monumento» a los jugadores del club. «Creo que hemos entrado en el olimpo de este club. A estos jugadores que le hagan un monumento», dijo Sabella a los medios.
Sobre Juan Sebastián Verón, capitán del equipo y mejor jugador de la final, dijo que es «el jugador más importante de Estudiantes desde que el club se creó».
El técnico analizó que el momento clave del partido fue después del gol del Cruzeiro, cuando Estudiantes pasó «un chubasquito», pero se supo «reordenar» para lograr el empate, que «psicológicamente fue muy malo para ellos».Los jugadores del ‘pincha’ coincidieron en resaltar que ganaron al Cruzeiro, porque fueron «mejores».
«Los campeones somos nosotros. Fuimos mejores, demostramos que vinimos a ganar y (el trofeo) no fue regalado», dijo el delantero Mauro Boselli, después de recibir su trofeo de máximo goleador del torneo con ocho dianas. Un Verón exultante se limitó a mandar un mensaje a la afición: «¡que disfruten!», dijo, y le dedicó el título a toda su familia, amigos, «a los que no me quieren y a los que me quieren». La ‘Brujita’ demostró, una vez más, que es el alma de Estudiantes, el líder, la figura, el hincha que juega y un perfecto heredero de Juan Ramón Verón, su padre, tres veces campeón de la Libertadores entre 1968 y 1970 y una vez de la Intercontinental con el cuadro de La Plata.
Juan Sebastián, el hombre que llevó el miércoles la batuta de maestro y llevó al ‘Pincharrata’ al cuarto título de la Copa Libertadores, después de 39 años, fue proclamado como la figura del partido decisivo. Verón, el capitán de Estudiantes, recibió en Belo Horizonte la Copa Libertadores, que por tres veces conquistó su padre.
‘La Brujita’ se inició en Estudiantes, jugó en Boca Juniors y después, durante una década, en Europa, en los italianos Sampdoria, Parma, Lazio e Inter y en los ingleses Mancheter United y Chelsea.
«Él regresó a Estudiantes en 2006 con un objetivo, ayudar a que el equipo volviera a ganar un torneo internacional. Tuvo varias ofertas, pero prefirió jugar en su club, del que nunca se apartó. A estas alturas no le interesa el dinero», comenta su padre, símbolo de los triunfos más importantes del equipo albirrojo en su historia. «Estoy tranquilo porque siento que no le fallé a los hinchas de Estudiantes. A veces por querer ganar más dinero uno se olvida de valorar las cosas más sencillas de la vida. Y para mí, lo importante es jugar la Libertadores con mi equipo, que no llegaba a una final desde 1971», dijo el jugador-hincha.