Vie. Nov 22nd, 2024

Fue mucho más que un activista político, despreció la guerra en Vietnam, luchó a favor de los gays. Su misión es eterna.

Su vida fue un cúmulo de experiencias extraordinarias que de manera directa logró cambiar las mentalidad de sus seguidores.
Su búsqueda de la justicia y de la igualdad, su interés por la libertad, en todos sus aspectos fue su insignia. Es que este ser de melena abundante, irreverente como el solo, supo como marcar la diferencia a fuerza de gritos, droga, desobediencia y sexo.
Amo a Yoko, a la naturaleza, al mundo, a su gente, a su música y a sus acordes.
Soñó con un mundo igualitario, con un paraíso cierto y verdadero, caminó por la tierra con la despreocupada conciencia de ser lo que otros no podían, fue él sin importarle para qué.
Perseguido por su marcada conducta homosexual, aunque nunca lo comprobaron, el sólo sonreía y admitía con ilusión amar a Paul McCartney, amarlo sin prejuicios.
NUNCA MORIRÁ
Alrededor de las 10h50 pm del 8 de diciembre de 1980, poco después de que Lennon y Ono volvieran a su departamento en Nueva York, Mark David Chapman disparó contra Lennon en la espalda cuatro veces. El ídolo murió, el mundo se estremeció y el silencio fue inimaginable.
Hoy, sus seguidores lo recuerdan con música, frases pero sobre todo con lucha, asumiendo el recuerdo del grande que no morirá.