efe.- Goiás, un humilde club brasileño casi sin experiencia internacional y recientemente castigado con el descenso a la segunda división, intentará hacer historia mañana (19h00 de Ecuador), cuando recibirá al copero y experimentado Independiente argentino en partido de ida por la final de la Copa Sudamericana.
El club verde de la ciudad de Goiania, que clasificó a la final de la Sudamericana tras haber eliminado al poderoso Palmeiras brasileño, disputará mañana en casa, el estadio Serra Dourada, el partido que considera como más importante de toda su historia.
Además de superar el golpe anímico que supuso el descenso a la segunda división del Campeonato Brasileño tras haber quedado en el penúltimo lugar de la clasificación de la Liga este año, el Goiás tendrá que superar la gran experiencia y los numerosos títulos del Independiente en torneos internacionales.
El técnico Arthur Neto, que asumió el comando del equipo este mes en el lugar del destituido Jorginho, aseguró que, el entusiasmo por la posibilidad de conquistar el primer título internacional del equipo en su historia, permitió que los jugadores olvidaran rápidamente la situación en la Liga brasileña.
El estratega considera que, si el Goiás mantiene la misma determinación de sus últimos partidos, podrá seguir sorprendiendo en la Sudamericana y alcanzar un resultado en casa que le permita viajar con tranquilidad a Argentina.
«Sé que será una final muy dura y muy disputado y conocemos las dificultades que tendremos. Pero si llegamos hasta aquí fue porque luchamos mucho y no podemos cambiar ese procedimiento ahora», dijo.
«Respetamos a todos los adversarios, mostramos mucha determinación y podemos darle al Goiás su primer título internacional», agregó.
Neto admitió que, por su histórico como el mayor vencedor de la Libertadores y un club con muchos títulos internacionales, el Independiente es favorito, pero aclaró que la motivación del Goiás puede cambiar esa situación.
Frente a un Independiente con jugadores acostumbrados a partidos internacionales y decisivos, el Goiás apenas cuenta con la experiencia del zaguero Marcao, de 35 años, que fue campeón de la Copa Sudamericana de 2008 como jugador del Internacional y disputó cuatro Libertadores con diferentes clubes brasileños.
Nato admitió que, sin nada que inventar, utilizará la misma alineación con la que consiguió una sorprendente victoria por 1-2 en su visita al Palmeiras la semana pasada.
El técnico no escondió su intención en los entrenamientos que ha realizado esta semana de cara al compromiso de mañana y en los que mantuvo al delantero Felipe en el banquillo de suplentes y alineó una pareja de atacantes formada por Rafael Moura y Otacilio Neto.
El favorito Independiente llegó en la tarde de ayer con apenas una duda a Goiania, tras un vuelo hasta Brasilia y un viaje de 200 kilómetros en autobús.
La única duda del técnico Antonio Mohamed es si refuerza su centro con el volante Fernando Godoy o si parte definitivamente al ataque con un tercer delantero, que puede ser Martín Gómez o el Pato Rodríguez.
La duda obedece a la posibilidad de poder dejar definido el título directamente en Goiania con una amplia ventaja y al buen desempeño que tuvo Rodríguez el pasado final de semana frente al Estudiantes.
Pese a que una victoria en la final de la Sudamericana elevaría a 16 su número de títulos internacionales, el Independiente no conquista un torneo internacional desde 1995, cuando se impuso al Flamengo brasileño en la final de la Supercopa.
Posibles alineaciones:
Goiás (BRA): Harlei; Ernando, Rafael Toloi, Marcao; Douglas, Amaral, Carlos Alberto, Marcelo Costa, Wellington Saci; Rafael Moura y Otacilio Neto. Técnico: Arthur Neto.
Independiente (ARG): Hilario Navarro; Javier Velázquez, Eduardo Tuzzio, Leonel Galeano; Nicolás Cabrera, Roberto Battión, Hernán Fredes, Lucas Mareque; Fernando Godoy (o Martín Gómez o Pato Rodríguez), Facundo Parra y Andrés Silvera. Técnico: Antonio Mohamed.
Árbitro: el paraguayo Carlos Torres auxiliado en las bandas por sus compatriotas Nicolás Yegros y Rodney Aquino.
Estadio: Serra Dourada de la ciudad de Goiania. EFE