Trescientos sesenta mil estudiantes de bachillerato, recopilaron información sobre el Censo de Población y Vivienda. La jornada empezó desde las 07h00 y terminó a las 17h00. Varios padres de familia mostraron inquietud por la seguridad de sus hijos.
Dolores Vela, madre de una alumna del Colegio de Señoritas Quito, dio la bendición a su hija antes de enviarla a la jornada censal.
Su preocupación era grande, pues su primogénita tenía que dirigirse a un lugar considerado como peligroso.
“ A mi hija le tocó en la Ferroviaria, me da miedo que le pase algó ”, señaló Vela y recordó que una de las compañeras de su hija fue asaltada el viernes pasado, mientras realizaban el reconocimiento del lugar.
Según el Observatorio Metropolitano de Seguridad Ciudadana, en este sector se registran entre tres y cinco asaltos al mes.
Al igual que Vela, otros padres de familia temieron por la integridad de sus vástagos.
Los estudiantes visitaron los domicilios en grupos de dos o tres por motivos de seguridad. Una persona realizó la entrevista, mientras el resto del grupo le esperaba afuera para pedir ayuda de ser necesario.
Uno de los principales problemas que presentaron los empadronadores, fue que muchas personas no sabían como contestar varias preguntas del cuestionario, sobre todo las de autoidentificación cultural.
Varios ciudadanos extranjeros que habitan en el país de forma ilegal, se mostraron temerosos de contestar algunas interrogantes.