Vie. Nov 22nd, 2024

El lunes el Camp Nou, escenario del primer clásico del curso, nunca hasta ahora fue advertido como un escaparate de tanto relumbrón, engrandecido por el lustre adquirido por gran parte de sus protagonistas, campeones del mundo en Sudáfrica 2010.

Trece de los veintitrés integrantes del combinado de Vicente del Bosque que ganó en Johanessburgo la Copa del Mundo en el pasado mes de julio, coinciden en el partido de la decimotercera jornada de Liga.

Un aliciente añadido a un choque de gigantes. Un partido que ‘paraliza’ la rutina. Seguido en gran parte del mundo futbolístico, a nivel internacional, y en el que se apilan, además, los grandes reclamos de este deporte.

A la tradicional condición de competición grande y a la usual repercusión generan las estrellas que forman parte del fútbol español, se une en esta ocasión el carácter mundialista.

La escarapela de campeón estará fija en el Camp Nou. Más allá del duelo esperado entre Leo Messi y Cristiano Ronaldo, que atravesaron sin ruido por Sudáfrica 2010.

El semblante del Mundial, donde sobresalieron los integrantes de la ‘Roja’, pertenece al fútbol español. Y más de la mitad de aquellos ‘héroes’ se reparte entre el Barcelona y el Real Madrid.

Es el conjunto azulgrana, no obstante, el que más componentes de aquella selección aporta. Víctor Valdés, Andrés Iniesta, Gerard Piqué, Pedro Rodríguez, Carles Puyol, Sergio Busquets, Xavi Hernández y David Villa, entonces integrante oficial del Valencia pero con el traspaso cerrado al Barcelona.

La base de la Roja es también la del equipo de Pep Guardiola. Los ocho disponen de la vitola de titulares en el conjunto barcelonés, cuyo fútbol han impuesto en la selección.

Menos protagonismo tienen en el Real Madrid, que aportó en Sudáfrica a cinco de sus futbolistas. Iker Casillas, Xabi Alonso y Sergio Ramos, fijos para Jose Mourinho, además de Álvaro Arbeloa y Raúl Albiol, menos habituales para el preparador luso.

Messi y Cristiano Ronaldo alimentan, por sí solos, también el clásico. Su estelar naturaleza es atractivo suficiente. A pesar del batacazo que ambos padecieron con sus respectivas selecciones, que no terminan de explotar.

Messi se estancó en cuartos con Argentina, donde compartió aspiraciones con el centrocampista Javier Mascherano, compañero también en el Barcelona, y con Ángel Di María y Gonzalo Higuaín, a los que tendrá enfrente en el recinto azulgrana.

Cristiano Ronaldo no llegó tan lejos con Portugal. El hecho de ser uno de los mejores jugadores del mundo y un futbolista determinante, no ha sido suficiente para el combinado luso, plagado de talento, pero sin rentabilizar aún.

Ronaldo fue la imagen de la impotencia en Sudáfrica. Eliminado en octavos por España. Contra la que se estrelló. Ricardo Carvalho y Pepe, todos madridistas, padecieron aquella noche aciaga para el fútbol portugués.

A medio camino de sus expectativas quedó la todopoderosa Brasil, representada por Dani Alves, del Barcelona y el centrocampista Ricardo Kaká, baja por lesión para el choque contra el Barcelona. Olvidado por ahora en el nuevo proyecto madridista. Maxwell, Adriano y Marcelo también alimentan la representación ‘canarinha’. Pero no contaron para Sudáfrica.

El Mundial fue un trampolín, sin embargo, para Alemania, después de España, sensación del torneo por juego y actuación. Tercer puesto para hombres como Mesut Özil y Sami Khedira, que tomaron impulso para reforzar al Real Madrid y debutar, ahora, en el clásico.

Fue una pesadilla Sudáfrica para Francia. De aquello puede hablar Eric Abidal. El lateral galo fue el único azulgrana mundialista. En los madridistas, el centrocampista Lassana Diarra se perdió la cita como consecuencia de un virus y Karim Benzema no fue convocado. Ambos se libraron de una de las situaciones más tristes de la historia del fútbol ‘blue’. EFE

Por ccarrera