A pesar de la masiva ayuda internacional que recibió Haití después del terremoto del pasado 12 de enero, la miseria sigue presente en todas las calles de Puerto Príncipe.
Según los miembros de la ONG española Bomberos Unidos Sin Fronteras (BUSF) prácticamente nada ha cambiado en el aspecto de la capital haitiana desde que el sismo acabó con la vida de cientos de miles de perdonas.
Ahora es el cólera, el problema que golpea duramente al país caribeño. La contagiosa enfermedad se ha cobrado ya la vida de 1.034 personas y 16.799 han tenido que ser hospitalizadas. Las casas de salud y los médicos, no se dan abasto para atender al gran número de contagiados.
Frente a las puertas del principal hospital de Puerto Príncipe, donde una fina pared prefabricada separa a los pacientes habituales de los infectados por la epidemia, una mujer desnuda, reclama en silencio, tendida en el suelo, atención sanitaria. Los habitantes están tan acostumbrados a la muerte, que pasan sobre ella pensando que se trata de un cadáver.
