La Policía tomó el control de una finca en la que se cree que se ocultaron 2,5 toneladas de cocaína y que estaría relacionada con la detención de nueve personas, siete ecuatorianos y dos colombianos, por el presunto delito de tráfico de drogas, que tuvo lugar este fin de semana.
La finca, situada entre las localidades de Salinas y Guayaquil (Pacífico), estaba reforzada por un túnel subterráneo para el desplazamiento de la droga.
Esta es la casa donde, presuntamente, los detenidos este sábado guardaban las 2,5 toneladas de cocaína incautadas en un camión y escondidas en sacos de sal.
El vehículo fue interceptado cuando salía de la finca y en su parte trasera los agentes descubrieron la cocaína distribuida en 2.232 paquetes dentro de 112 sacos.
Dentro del camión se encontraron unos sacos de yute color verde y blanco con la leyenda «Dianasa», que contenían sal en grano, mientras que había otros de color amarillo y negro, en los que se encontraron varios paquetes en forma de ladrillo, envueltos con cinta de embalaje color café y que eran donde se escondía la droga.
El conductor, de nacionalidad ecuatoriana, al percatarse de la presencia policial, detuvo el vehículo en la carretera e intentó huir, pero no pudo evitar ser detenido.
En este operativo también se arrestaron a otros seis ecuatorianos que iban en tres coches escoltando el camión y a dos personas de nacionalidad colombiana que, supuestamente, eran los dueños de la finca.
La casa donde se encontraba la droga estaba en un amplio terreno baldío a medio construir y que parecía abandonado.
Sin embargo, en el domicilio había dos escondites, uno dentro de la misma vivienda y el otro bajo tierra.
La Policía señaló que, aparentemente, por el embalaje de la droga, ésta iba a ser transportaba por vía marítima, pero se desconoce cuál era el destino de la mercancía.
Asimismo, la Policía presumió que la casa fue construida recientemente, mientras que vecinos de la zona, que no quisieron ser identificados, afirmaron que los presuntos traficantes llegaron hace tres meses a la casa. EFE