Al cumplirse un semestre de la puesta en vigencia de la medida, los capitalinos preguntan si su operación resulta funcional.
Al transitar por las principales vías de la capital, despúes de las nueve y media de la mañana, podemos notar una de las consecuencias más claras que ha arrojado la medida ‘Pico y Placa’ en Quito.
Atrancones y embotellamientos son el producto de la aglomeración de vehiculos que a partir de esa hora circulan por la ciudad, una vez concluída la restricción.
Para la mayoría de habitantes, este es un problema que debe ser tomado en cuenta por las autoridades del Municipio capitalino.
Ante este requerimiento, el Comité de Movilidad del Consejo Metropolitano evalúa la posibilidad de extender la medida de 5 horas diarias a 24 horas.
Esto, sumado a la activación de una nueva malla tecnológica que riga el tránsito en la ciudad, seria una de las soluciones emergentes más funcionales.
La Policia Nacional por su parte, pide a la ciudadania entender el verdadero sentido de este tipo de plan.
“Ser concientes, no trasladarse en una auto solo, viajar en servicio de transporte público y muchas acciones adicionales, ayudan más que un sistema de restricción”, señaló un vocero de la Policia Metropolitana del distrito.
Las potenciales soluciones están siendo monitoreadas. Otro de los problemas es la estrechez de las calles y las avenidas principales.
El horario sufrirá cambios
El Municipio de Quito, basándose en la iniciativa de la población del distrito, evalúa la posibilidad de alargar la medida, de cinco horas diarias a un día completo. Con esto se espera reducir el tráfico, que se torna insoportable en diferentes puntos de la capital, que soportan gran afluencia de autos. La ampliación del horario es casi un hecho.