‘El General más macho de América Latina’ según refleja una edición especial que el Diario ‘El País’ publicó sobre la vida de este personaje.
Frank Vargas Pazzos nació en Chone, Manabí, el 18 de Julio de 1934. Hijo legítimo de Luis Vargas Yépez y de Ida Pazzos, tiene doce hermanos.
Durante su niñez trabajó en la hacienda de sus padres junto al ganado, amansando potros, sembrando y cosechando café, cacao, maíz, arroz y frutas. Antes de ir a la escuela vendía leche, yuca y frutas.
A sus 23 años se graduó de piloto en la Escuela de Pilotos de Guerra de Lakian, Texas.
Su vida política fue muy álgida, pero siempre logró acarrear sus normas morales hacia un mejor futuro para su familia.
RESPUESTAS DE VALOR
Al preguntarle acerca de su vida. Él simplemente contestó: “Por todo lo que he luchado se ve reflejado hoy en el amor que mi familia me tiene. Aunque por razones de distancia no puedo estar cerca de ellos, jamás falta una llamada para saber como están”, indicó emocionado.
– ¿General cree en Dios?
– Sí, lo he sentido. En mi casa tengo un cuadro con un frase debajo del rostro de un mendigo. ‘Amad los unos a los otros’, para mi es el reflejo más claro de la existencia de un ser superior.
– ¿Qué quisiera entregarle al país como legado?
– Amo al Ecuador y lo he demostrado con actos. Quisiera que la situación política y económica mejore en procura de un futuro mejor.
– ¿Cree en las fronteras?
– No, me considero un ciudadano del mundo. He caminado por la mayoría de calles del mundo. Y se, a carta cabal que con la tecnología existente, ya no somos seres sectoriales, somos parte de un todo, nuestra esencia es global y totalmente vivencial. Somos parte de un todo general, desatados de la fisica. Vivamos la comunicación.
El Taurazo marcó su historia
Su vida ha sido un cúmulo de batallas que de manera enérgica quisieron dilucidar un mejor futuro para su amada patria. En su camino hacia la victoria, cometió errores pero fueron mucho más marcadas sus correcciones, que denotaron su calidad como persona. ‘El Taurazo’ fue un acontecimiento político polémico.
Su honor se cristalizó cuando en el lecho de muerte de León Febres Cordero le pidió disculpas por los errores cometidos.