La justicia ecuatoriana ratificó ayer la prisión preventiva para más de una decena de policías investigados por la rebelión del pasado jueves.
Así lo confirmó Marco Freire, fiscal de la provincia de Pichincha, al apuntar que, además, se sustituyó la prisión preventiva por medidas cautelares, como presentarse cada ocho días ante un juez y no salir del país, a otros 19 policías que también son investigados por presunta rebelión.
Por otra parte, tres policías recuperaron la libertad tras la audiencia de formulación de cargos, que concluyó la madrugada de ayer, indicó Freire y aseguró que continúan las investigaciones relacionadas con la crisis del pasado jueves.
Asimismo, el juez de Quito Santiago Cobo ordenó la prisión preventiva por 90 días, con fines de investigación, contra Fidel Araujo, cercano colaborador del ex presidente Lucio Gutiérrez, acusado de instigar a la sublevación policial.
La medida cautelar contra Araujo se dio tras una audiencia para la formulación de cargos y el juez a cargo señaló que al imputado se le investiga por el supuesto “delito de instigación a la rebelión de la fuerza pública”.
Araujo, quien fue detenido este martes, defendió su inocencia. Exigió que “no haya politización” de su caso y dijo que demostrará que no instigó ni que estuvo en el momento en que el presidente del país, Rafael Correa, acudió al regimiento policial donde se produjo la sublevación.
De su lado Gutierrez, a su llegada al país, negó las acusaciones del Gobierno, que lo señalan como el principal instigador del intento golpista y aseguró que en los próximos días presentará una demanda “por daño moral” contra Correa.
