Uno de los ejes principales de la gestión municipal es acabar con los barrios ilegales. El trabajo es arduo pero genera cambios reales.
Sus calles empinadas, su gente amable, su trajín, sus amenazas, sus deficiencias, en fin, su forma de vida, han hecho de este barrio de Quito un símbolo del trabajo y un ícono de la lucha social en la capital.
Atucucho es un barrio conformado con más de 3 mil familias, asentadas en casas que se suspenden en la dificil geografía, a pesar del tráfico de tierras y de la lucha gremial por la escrituración de las mismas.
Al haberse constituído como un barrio ilegal a inicios de 1986, el proceso para la adjudicación de derechos como agua, luz, teléfono y transporte público, ha sido arduo.
Pero los problemas, al fin parecen terminar con la aprobación del proceso para su escrituración total.
Es que el Municipio, a través de la ley interpretativa al Decreto Legislativo publicada en el Registro Oficial 971, resuelve la situación de inseguridad jurídica del suelo de los posesionarios, aportando en el mejoramiento de las condiciones de vida de las familias de este barrio, a través de la adjudicación de las tierras para los dueños reconocidos.
Guarderías comunitarias
A pesar de los problemas que viven a diario, muchos de los vecinos del sector han optado por convertirse en parte activa para la solución de problemas de la comunidad. Este es el caso de voluntarias que día a día trabajan en el cuidado de decenas de niños. Su labor es velar por su seguridad, además de brindarles alimentos sanos a bajo costo.