Vie. Nov 22nd, 2024

Artículo original: Bigger brain for those who self-reflect (Clare Ryan – Futurity.org)

Investigadores del Reino Unido identificaron el área del cerebro que es más grande en la gente que es buena en reflejar sus propios pensamientos y emociones.

Esta habilidad, conocida como introspección, es un aspecto clave de la conciencia –y de lo que nos hace humanos– pero las bases biológicas de este proceso hasta ahora eran desconocidos.

«Realizamos introspección cuando pensamos sobre nuestras ideas, sentimientos, o las decisiones que hemos hecho,» dice Steve Fleming de la University College London.

«Es algo que hacemos todo el tiempo, pero algunas personas son mejores que otras.  Aunque no tengamos realimentación cuando tomamos una decisión, sabemos con frecuencia de forma intuitiva si fue buena o mala.»

Medir la introspección no ha sido fácil.  A diferencia del aprendizaje, donde una persona mejora en una tarea, o en la toma de decisiones donde podemos determinar si la elección de una persona es correcta o no, no existen indicadores externos para el pensamiento introspectivo.

Para superar este problema, el equipo investigador realizó un experimento que podría proveer una medida objetiva del desempeño de una persona en una tarea y también medir que tan bien podrían juzgar su propio desempeño –en otras palabras, que tan buenos son en la introspección.

«Alguien que es bueno en la introspección será seguro cuando sepa que era correcto, porque lo vieron con claridad. Pero tendrá menos confianza cuando no esté seguro si está bien o mal.»

«Es como ¿Quien quiere ser millonario? Un buen concursante responderá cuando esté seguro, y pedirá una llamada telefónica si está inseguro.  Pero uno malo no será tan bueno en juzgar cuan cerca está de lo correcto.»

«Encontramos una correlación entre la capacidad introspectiva y la estructura de una pequeña área de la corteza prefrontal cerca del frente del cerebro,» explica Geraint Rees del equipo investigador.

«Mientra mejor era una persona en la introspección, más materia gris tenía en esa área. Lo mismo pasaba para la materia blanca o las conexiones nerviosas en esa área.

Los investigadores creen que sus descubrimientos podrían ayudar a entender porqué y como el daño cerebral puede afectar la capacidad de una persona para reflejarlo en sus pensamientos y para desarrollar apropiadas intervenciones.

«En dos pacientes con enfermedades mentales, por ejemplo, uno está consciente de su enfermedad y el otro no,» dice Fleming.

«La primera persona estará dispuesta a tomar medicación, la segunda en menor grado. Si entendemos la auto-consciencia a nivel neurológico, quizás podamos adaptar tratamientos y desarrollar estrategias para esos pacientes.»

Por rtorres