Vie. Nov 22nd, 2024

Parece que a las autoridades ecuatorianas, se les olvidó el detalle de proteger a los testigos.
Tal es el caso del fiscal Antonio  Gagliardo, cuando declaró que una empleada de Aerogal, fue la encargada de comunicarse con Estados Unidos, precisando que un pasajero no se dejó registrar al subirse al avión.
Algo parecido e igualmente grave, ocurrió hace pocas semanas, cuando el Primer Mandatario, sacó a la luz la nacionalidad de uno de los  sobrevivientes de la masacre de Tamaulipas, Máxico, donde Los Zetas acabaron con la vida de 72 migrantes que intentaban buscar el trillado sueño americano.
Las redes del narcotráfico son sumamente poderosas y su alcance no tiene límites. Seguramente, ahora ya estarán moviendo las fichas para identicar a la agente de seguridad de Aerogal.
Un poco de cautela. No estaría de más en el momento de rendir declaraciones. De esa forma, se vela por la seguridad de los testigos. Revelar las fuentes, es un acto grave y poco pensado, pues pone en juego una vida.

Por adm