Vie. Nov 22nd, 2024

El jefe militar de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Víctor Julio Suárez Rojas, alias «Mono Jojoy», recibió su última condena por narcotráfico el mismo día en que murió a manos de las fuerzas de seguridad, informó hoy la Fiscalía General.

Un juzgado de Villavicencio, capital del departamento del Meta, condenó el miércoles a 16 años y 8 meses de prisión a seis miembros de la cúpula de las FARC, entre ellos el «Mono Jojoy», el mismo día que era abatido en su campamento en un gran operativo militar y policial en la sierra de La Macarena.

La última condena contra el jefe guerrillero se deriva de la investigación iniciada en febrero de 2001, durante la operación «Gato Negro» del Ejército, en la que fueron capturados más de 80 guerrilleros, así como el narcotraficante brasileño Luiz Fenando Da Costa, alias «Fernandinho», extraditado a su país.

En aquella acción militar fueron hallados en selvas del sur y el este de Colombia un total de 65 laboratorios de narcóticos y 32 campamentos insurgentes, además murieron 14 guerrilleros.

En la decisión judicial conocida hoy se indica que la misma afecta al también fallecido Pedro Antonio Marín, alias «Manuel Marulanda» o «Tirofijo», fundador de las FARC y jefe máximo hasta su muerte, en marzo de 2008; así como a Tomás Medina Caracas, alias «Negro Acacio», muerto en otro bombardeo el 2 de septiembre de 2007.

Asimismo, fueron condenados en ausencia Germán Briceño Suárez, alias «Grannobles», hermano del «Mono Jojoy»; Didier Yerson Díaz Galindo y Yesid Ríos Suárez.

La última decisión judicial contra el jefe militar de las FARC, quien ingresó a esa guerrilla en 1975 como «bandolero raso» y escaló posiciones hasta convertirse en integrante del Secretariado, la jerarquía colegiada rebelde, se suma a decenas de condenas y acusaciones por diversos delitos.

Según el «expediente terrorista» distribuido hoy a la prensa por el Ministerio de Defensa, con datos desde 1987, al «Mono Jojoy» se le atribuyen 105 «acciones terroristas» como emboscadas, incursiones a localidades, secuestros de políticos, industriales, ganaderos y de aviones.

También pesaban sobre él acusaciones de inducir sabotajes y atentados contra oleoductos, activación de coches bomba y ordenar asesinatos selectivos de concejales y de la ex ministra de Cultura Consuelo Araújo, en septiembre de 2001, además de ataques contra cuarteles de la Policía y del Ejército, entre otros delitos. EFE