Tras el pitazo final del chileno Carlos Chandía, Liga Deportiva Universitaria de Quito escribió una nueva historia para el fútbol ecuatoriano. Conquistó el segundo título a nivel internacional y sigue tocando el cielo con las manos. Su próximo reto es la Copa de la Paz, que arranca el 24 de julio, en España.
Fuegos artificiales, papel picado, lágrimas y los cánticos de una hinchada que colmó el estadio de Ponciano, fueron la tónica para la vuelta olímpica del campeón de la Recopa Sudamericana 2009.
Los jugadores y el cuerpo técnico universitario, señalaron que la organización institucional del equipo ha resultado clave para adjudicarse el segundo título internacional.
«Si jugamos esta final, es porque Liga hizo los méritos para conseguir todo esto como fruto de su gran organización», afirmó Jorge Fossati.
El técnico charrúa, que dedicó el título a su familia en Uruguay, manifestó que tiene por costumbre estar siempre junto a su seres queridos, pero que en esta ocasión «no fue posible celebrar en familia». Por otro lado, el desequilibrante y pieza fundamental en estos dos encuentros ante el Inter de Porto Alegre, Cristian Lara, conquistó el segundo título con la camiseta de Liga de Quito. En el 2007 fue campeón nacional.
Según el ‘Diablito’, «la clave para ganar la Recopa fue haber ganado en Brasil y venimos a rematar acá con el título».
«Gracias a Dios logramos otra corona como premio a todo lo bueno que viene haciendo institucionalmente Liga», resaltó el autor del primer gol del partido, el defensa Carlos Espínola.
El goleador del equipo, el argentino Claudio Bieler, afirmó: «Nunca imaginé conseguir todo lo que he ganado con este equipo. Ganamos la Copa Libertadores, disputamos la final del Mundial de Clubes y ganamos la Recopa».
Liga en un año ha logrado subir al cielo y estar en la boca de todo el mundo futbolístico. Conquistó la Copa Libertadores del 2008. En el mismo año fue subcampeón en el Mundial de Clubes y el jueves se consagró campeón de la Recopa, por primera vez en su propio estadio. Los «gladiadores blancos», cuerpo técnico y en especial la dirigencia, que la encabeza Esteban Paz, escriben con letras doradas una nueva página en el fútbol ecuatoriano.
El país disfruta los logros de Liga, sin duda, uno de los clubes más grandes de América. Un orgullo nacional. Un campeón de verdad.