Mié. Oct 23rd, 2024

Enrique, 22 años. Soy el padre orgulloso de un hermoso bebé que acaba de cumplir dos años. Lo tuve cuando era muy jóven. Aunque amo a mi novia, siento que no debería atarme a una relación de matrimonio. Como era de esperarse mis padres me obligaron a trabajar y dejar mis estudios. Gracias a Dios, mi hijo trajo muchas bendiciones. Al poco tiempo de que naciera, conseguí un trabajo que me trajo estabilidad económica, pero sobre todo la posibilidad de seguir estudiando. Pero me siento muy mal, he visto con ternura los logros de mi pequeña. Ya sabe caminar, y me duele no haber estado en ese momento. Cuando me dijo por primera vez papá, fue por celular. Mi novia y madre de mi pequeño amor, me pide que seamos inteligentes, que tenemos que pasar esas pruebas juntos y disfrutando al máximo de los momentos en familia. He solicitado tiempo en mi trabajo para que por lo menos pueda pasar una hora diaria junto a ella.
Mi Querido Enrique:

Nada suplanta tu presencia. Aprovéchala cuando la tengas.
Tu Amiga Karina