El primer ministro de Nueva Zelanda, John Key, dijo ayer que tardarán al menos un año en reconstruir las zonas de Christchurch y otras ciudades del sur del país, afectadas por el terremoto de 7,2 grados en la escala abierta de Richter.
El terremoto ocurrido en la madrugada del sábado, dejó un saldo de un muerto y decenas de heridos según datos oficiales.
Más de 500 edificios comerciales quedaron dañados y al menos un 20 por ciento de las viviendas están inhabitadas. Las autoridades temen que la situación empeore debido a la presencia de réplicas y a la cercanía de una tormenta al sur de Nueva Zelanda.
De acuerdo con las estimaciones preliminares, el terremoto causó enormes daños materiales y enorme dolor a la población
