La existencia de un segundo superviviente de la matanza de inmigrantes en Tamaulipas (México), de nacionalidad hondureña, además de abrir nuevos horizontes para la investigación, originó hoy fricciones entre los Gobiernos de Ecuador y Honduras por el modo en que se conoció.
La primera noticia de este hondureño, no identificado, que se salvó de morir en un rancho del nordeste de México donde fueron masacrados 72 inmigrantes fue dada por el presidente Rafael Correa, el cual citó como fuente al otro sobreviviente, el ecuatoriano, que se encuentra en el país protegido por las autoridades.
«Ya se encuentra seguro en el país nuestro hermano Freddy Lala, el único sobreviviente, en verdad nos cuenta que hubo otro sobreviviente, no queremos poner en riesgo, un hondureño», dijo Correa en declaraciones publicadas hoy en medios ecuatorianos.
El canciller hondureño, Mario Canahuati, calificó de «irresponsabilidad» la revelación de Correa, que fue posteriormente confirmada por las autoridades mexicanas.
«Lamentamos la irresponsabilidad con que esta noticia salió al aire, particularmente porque un alto dignatario debería de darse cuenta cuándo debe hablar, cuándo debe ser prudente y cuándo sus palabras ponen en riesgo la vida de las personas», declaró Canahuati.
El canciller confirmó que «desde un principio» el Gobierno sabía que ese hondureño había sobrevivido y explicó que no se dio la noticia para proteger su vida.
«La información la tenemos desde un principio, hemos estado haciendo todo lo posible por protegerlo, hemos tenido comunicación permanente con él», subrayó.
«Lamentablemente tuvimos que escucharla (la noticia) por parte de un presidente, lo cual nos sorprende considerablemente», señaló.
El Gobierno de Ecuador, que no tiene relaciones diplomáticas con Honduras desde el golpe de estado que derrocó a Manuel Zelaya de la Presidencia del país centroamericano en junio de 2009, no ha reaccionado por ahora a los reproches del canciller hondureño.
En México, entre tanto, las autoridades confirmaron hoy la existencia del segundo sobreviviente y dijeron además que ya «ha aportado información relevante para la identificación de los presuntos responsables» de la matanza.
El ecuatoriano, que escapó malherido del rancho de Tamaulipas y alertó de lo sucedido a las autoridades mexicanas, que encontraron los cadáveres de los 72 inmigrantes la semana pasada, apuntó a sicarios de la banda de Los Zetas como los autores del asesinato del grupo que buscaba cruzar la frontera con EE.UU.
El hondureño que también se salvó de la muerte está protegido y «ya ha tenido contacto con las autoridades de su país», señalaron hoy la Procuraduría General de la República (PGR) y la Cancillería mexicana.
«Desde el primer momento el Gobierno de México ha proporcionado protección y resguardo al nacional hondureño con el pleno conocimiento y apoyo de las autoridades de su país», señala el comunicado conjunto de las dos dependencias.
Al hondureño se le han ofrecido «las alternativas correspondientes a su estatus migratorio» y con relación a él se mantiene «la máxima reserva posible a fin de garantizar su seguridad», agrega.
Los restos de 16 hondureños víctimas de la matanza fueron trasladados hoy a Tegucigalpa en un avión de la Fuerza Aérea mexicana y recibidos por el presidente de Honduras, Porfirio Lobo; el canciller Mario Canahuati y otros funcionarios del Gobierno, además de por los familiares, en una base aérea.
Las autoridades mexicanas mantienen reserva sobre la marcha del proceso de identificación, pero sí informan a los países de donde proceden las víctimas.
Así, por el Gobierno de El Salvador se supo anoche que hasta el momento han sido identificadas 46 de las 72 víctimas de la masacre, de ellas 21 hondureños, 13 salvadoreños, 5 guatemaltecos, 6 ecuatorianos y un brasileño.
El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, dijo hoy que su colega de México, Felipe Calderón, está dispuesto a que se reúnan a finales de la próxima semana para discutir sobre la matanza de 72 inmigrantes latinoamericanos en ese país.
Sin precisar la fecha ni el lugar del encuentro, Funes indicó que permitirá avanzar en la «alianza binacional en la lucha contra el crimen organizado y en la defensa de los derechos humanos de los emigrados que atraviesan territorio mexicano camino a los Estados Unidos». EFE