Sáb. Nov 23rd, 2024

Artículo original:  When pain isn’t very painful (Ron Wayne – Futurity.org)

Los científicos identificaron dos mutaciones genéticas que causan insensibilidad congénita al dolor: una condición que afecta como las señales de fuerte dolor son enviadas al cerebro.

«Es un gen que, dependiendo en como sea modificado, tiene la capacidad para afectar la sensibilidad al dolor en alto grado,» dice Roland Staud de la Universidad de Florida.

Los descubrimientos no solo presentan la incapacidad para sentir dolor, sino también –al menos potencialmente– en casos con gente con dolor crónico, podría conseguirse una guía para el desarrollo de terapias efectivas en contra del dolor.

El gen en cuestión, llamado SCN9A, contiene un «mensaje» para producir una molécula que actúa como una batería para alimentar de energía a las células de nervios que indican el dolor para que puedan disparar su impulsos.

Las mutaciones que llevan a la sobre-actividad de esa molécula resultan en severo dolor, mientras aquellas que causan que la molécula no funcione conducen a la incapacidad de sentir dolor.

Por rtorres