Vie. Nov 22nd, 2024

Unos tres centenares de inmigrantes indocumentados y con el rostro cubierto y con banderas de Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua marcharon ayer en Saltillo, capital de Coahuila, norte de México en protesta por la matanza de 72 personas a manos del crimen organizado.

Junto con los inmigrantes, marcharon decenas de mexicanos en solidaridad y para expresar su indignación en contra del asesinato de los 72 centroamericanos y suramericanos y «porque los crímenes se están haciendo cotidianos», indicaron los organizadores de la marcha.

El pasado martes,  la Armada de México descubrió los cadáveres de 72 inmigrantes indocumentados en un rancho del estado de Tamaulipas cerca de la frontera con Estados Unidos, los cuales al parecer fueron asesinados por negarse a ser reclutados por el cártel de Los Zetas, uno de los grupos más violentos y sanguinarios del crimen organizado.

La marcha, celebrada en Saltillo y que se desarrolló en silencio, partió de la Casa de Migrantes Belén para trasladarse a la catedral del Centro de esta ciudad.

Al término del recorrido los emigrantes se quitaron sus mascaras y un representante dio a conocer un comunicado.

«Nuestros países nos niegan oportunidades de desarrollo, pero México nos niega la oportunidad de existir», leyó un ciudadano centroamericano.

Mencionó que los emigrantes de Centroamérica recorren México de sur a norte con el fin de llegar a Estados Unidos, «un país que no nos pertenece y al cual tampoco pertenecemos».

«Lo único que nos pertenece son nuestros sueños, nuestras ilusiones, nuestros deseos de sacar adelante a nuestras familias», agregó.

El director de la Casa de Migrantes, el sacerdote Pedro Pantoja, condenó la falta de voluntad del gobierno mexicano para atender la denuncia que han hecho desde hace cuatro años, de que los Zetas secuestran, extorsionan y asesinan a emigrantes.

Pantoja exigió a las autoridades mexicanas que se investigue y castigue los crímenes contra los 72 emigrantes asesinados con la complacencia de las autoridades, así como de otros que se cometen a diario a lo largo de la ruta que recorren desde el sur de México hasta la frontera de los Estados Unidos. EFE