Directivos del periódico público ‘Pp’, no accedieron a una entrevista para nuestro diario. Todo se maneja tras bambalinas.
Diario Popular presenta su enérgica y pública protesta ante el uso del nombre y la marca registrada que nos ha cobijado por más de dos años, por parte del nuevo diario que pondrá en circulación el gobierno de Correa.
A nivel nacional circulará un rotativo periodístico que tendrá entre sus páginas un tinte de copia y el hurto de imagen, que hemos utilizado por varios años y que hoy en día nos ha convertido en el diario de su confianza.
Nuestro nombre es un emblema de trabajo y de lucha. No permitiremos que suplanten nuestra identidad, introduciéndose al mercado, tratando de confundir a la población.
Nuestro ínterés por entender el verdadero fin de este proyecto, nos lleva a realizar preguntas puntuales. ¿Es necesario que el gobierno siga implementando y financiando la creación de un nuevo periódico, después del sonado fracaso que sufre con el Diario El Telégrafo, que roza el descrédito y ha generado enormes pérdidas económicas?
Está plenamente comprobado, que los lectores de todo el país, rechazan sin medias tintas, una información direccionada, como la que publica El Telégrafo. Pese a que miles de sus ejemplares, son ofrecidos gratuitamente en muchos lugares del país, estos no son aceptados por la colectividad.
¿Es la amarga experiencia que genera El Telégrafo, la cruda realidad que tratan de borrar los mentores de esa descabellada aventura periodística?.
Es evidente que el ‘Decano de la Prensa’, cayó en manos inexpertas, que no encontraron la vía para darle credibilidad. Ahora se han montado en otro proyecto, el Pp que intentará, bajo los mismos preceptos, influir en las ideas de la población. El Popular defiende su marca, sus lineamientos y su nombre.
RESULTADOS ALARMANTES
Las pérdidas acumuladas por El Telégrafo alcanzaron en el año 2009, la preocupante cifra de $ 4’764.564. Total que supera el 50% del capital y reservas de la compañía. Señal que identifica las fallas en su administración. El mismo año, el gasto por pagos destinados a la redacción, superó el millón de dólares.
El ‘PP’ maquilla la realidad
El sociólogo, Hernán Reyes en relación al nuevo diario público señaló: “Es muy colorido, llamativo y no creo que permita reflexionar sobre cosas realmente importantes para el país”. Puntualizó, que “la reproducción de temas de farándula y deporte, no son sino vaciados, que repiten estereotipos contra los cuales una prensa pública debe luchar”. Concluyó que la circulación de este nuevo diario, “marcaría el fin del decano de la prensa nacional, cuyas ínfimas ventas cayeron tras el anuncio de su publicación”.
EL DECANO CON FUTURO INCIERTO
Este diario público abrió sus puertas el 16 de febrero de 1884, como producto de una idea revolucionaria de Juan Murillo. Su historia se ha visto matizada por una profunda contraposición a las ideas de gobierno. Con 126 años de historia, a la vista y paciencia de todos los ecuatorianos, se han hecho públicas las serias fallas que han llevado, a que por repetidas ocasiones se vaticine su quiebra.
Actualmente, asociado con el régimen y con un tiraje de 30 mil ejemplares gratuitos que circulan a nivel nacional, la amenaza de su cierre es más clara que nunca.
El peligro se enmarca en un sentido de falta de apoyo por parte del régimen, que según su Primer Mandatario, “de nada sirve que escriban bonito, si sólo van a leerse entre ellos”.
Su posible cierre se debería a la creación del Pp, el nuevo periódico del Estado.
Sus fines comerciales engordarán al amo.