Tras una procesión de tres días, más de 200.000 fieles llegaron el viernes a la ciudad de Loja, con la imagen de ‘La Virgen del Cisne’, en una romería que se repite cada año, desde 1826.
Este tipo de tradiciones, no solo representan una evidencia de la enorme fe de los ecuatorianos. Además constituye una muestra cultural de nuestros pueblos.
El sentimiento de esperanza que hace marchar descalzos a miles de compatriotas, también afianza un espíritu de compañerismo y solidaridad, pues durante el recorrido los fieles comparten alimentos y se transmiten sus experiecias. Además elevan sus plegarias por el bienestar común.
No sólo ecuatorianos participan en la romería, pues la fama de ‘La Churona’ atrae a fieles de otros países, especialmente del norte de Perú, así como de Colombia.
La peregrinación de la Virgen del Cisne, al igual que otras representaciones religiosas, constituyen una manifestación cultural muy propia de los ecuatorianos.