Desde que la fama tocó su puerta cambió su personalidad.
Desde que Martín Calle empezó a tener éxito con la telenovela de Ecuavisa, «Los Secretos de Toño Palomino», y la fama tocó su puerta, cambió totalmente, sensación que no lo decimos nosotros, sino sus propios compañeros del canal, que ya no aguantan sus «cuartos de hora», ni mucho menos sus exigencias.
Según los chismosos, ya son varias las ocasiones en que Calle ha dejado plantado a sus compañeros en horario de trabajo y lo justifica diciendo que «se le presentó un inconveniente y que ya no volverá a pasar».
Sin embargo continúa haciendo lo mismo. La actitud molesta a los productores de la telenovela «El exitoso licenciado Cardozo» y a los de «La Panadería», que no saben como ponerle un freno para que el actor vuelva a ser la misma persona humilde y trabajadora que era antes.
Y esto no es lo único que tiene molesta a la gente del «canal del cerro» con respecto a Calle, pues resulta que ahora no desea dar entrevistas ni a sus propios compañeros del programa «En Contacto».
Tal parece que se tomó a pecho la orden que le dieron sus superiores: «Cero entrevistas», y le huye a las cámaras, pues su vida es «privada».
A todo esto se le suman los gastos excesivos, que el actor ha realizado para tener una vida acomodada, cosa que no lo ha ayudado para nada, pues ha adquirido varias deudas, que lo tienen de mal humor, pues no sabe como pagarlas.
Compañeros y amigos de Calle no saben en que momento cambió su actitud y manifiestan que ya se lo han hecho saber, pero lo único que han logrado es que el actor explote.
Es más, cuentan que ni su familia ya lo aguanta, porque ahora se la pasa de mal genio y gritándoles a todos.
Una vez más se demuestra, que el dinero y la fama no dan felicidad, pues Calle atraviesa por un excelente momento, en cuanto a lo laboral, pero su relación con sus familiares y amigos no va para nada bien.
Esperemos que el actor cambie su manera de proceder, porque lo único que está logrando es que sus verdaderos amigos se alejen y cuando se vea solo, va a ser demasiado tarde.
La «fama» no es eterna, y menos en nuestro medio, así que es mejor que Calle aproveche sus «quince minutos de roncha» para aumentar su lista de amigos y que en un futuro no le falte trabajo.