Artículo original: Emotional cues are key to baby sleep (Andrea Elyse Messer – Futurity.org)
Los padres entienden el desafío de conseguir dormir a los infantes en la noche, y ahora los investigadores muestran que ser emocionalmente receptivo puede reducir las interrupciones del sueño y ayudar a los bebés a dormir mejor.
«El momento de la cama puede ser un momento muy emocional. Significa el momento de mayor separación del día para los niños.» dice Douglas Teti de Penn State.
En el estudio, que examinó los comportamientos de las madres durante los momentos de ir a la cama de los niños, los padres que tuvieron más éxito con el sueño de sus hijos fueron los que respondieron de manera apropiada a las señales de los niños. Estos incluían el desinterés en una actividad o la simple mirada inquisitiva a uno de los padres.
Por ejemplo, una madre del estudio hablaba tranquila y gentilmente con su bebé de seis meses mientras le amamantaba.
«De forma contínua veía la cara de su niño, y cada vez que éste vocalizaba, respondía rápidamente (e.g., ‘está bien.’),» reportaron los autores en un reciente artículo en el Journal of Family Psychology.
En contraste, otra madre usaba términos severos con su bebé de dos años mientras le leía un libro con el niño fuera de la cama, y «de forma contínua buscaba enganchar al niño con el libro a pesar de su desinterés,» indica el autor.
El resultado: «el niño se levantó y salió del dormitorio cuatro veces antes de quedarse dormido.»
«El sueño es un contexto sobre el que sabemos poco,» dice Teti. «Puede ser un período de cargas muy emocionales para los padres y los bebés. Mirar a las interacciones entre padres e hijos en este contexto nos puede decir más sobre las respuestas de la infancia.»