Anónimo, 26 años. No sé por qué, siempre he tenido muy mala suerte con las mujeres. Soy atractivo, lo sé porque las chicas siempre me mirán y además nunca tengo problemas para concretar una primera cita. La cuestión es que después de la primera conversación, mis proyectos de novias empiezan a verme como su hermano. Claro, es muy halagador que varias féminas me vean como su mejor amigo, pero yo soy un hombre lleno de hormonas y necesito sexo. Lo más patético de todo, es que ya he superado el cuarto de siglo y todavía soy virgen. Esta situación no es divertida, pues me hace sufrir mucho. Quisiera saber en qué estoy fallando.
Mi querido amigo:
Por lo poco que me has contado, me resulta difícil decir en qué estás fallando. Te recomiendo que le preguntes a una amiga de confianza. Pídele que te diga la verdad, sin miedo ni piedad.
Tu amiga Conchita