Sáb. Nov 23rd, 2024

 

Pretoria, 1 jul (EFE).- Los alemanes no pierden ocasión de meter el dedo en el ojo de los argentinos, pero las provocaciones no surten efecto. Si Philipp Lahm dice que los argentinos no saben perder, desde la concentración albiceleste lo ven como un signo de nerviosismo, de respeto hacia un rival que les venció hace cuatro meses.

Como si se hubieran empeñado en desdecir a los alemanes, en sacarse de encima esa presunta fama de «cancheros», de peleones, de provocadores, los albicelestes no han entrado al trapo.

Y las respuestas a los tópicos las reservan para el sábado en el Green Point de Ciudad del Cabo, escenario del duelo por un puesto entre los cuatro mejores del mundo.

«No tenemos tiempo de pensar en Schweinsteiger. Los jugadores sólo piensan en saltar a la cancha y tomarse la revancha», aseguró en una entrevista televisiva el seleccionador, Diego Maradona.

«¿Qué pasa contigo, estás nervioso?», le dijo mirando a la cámara, entre divertido y provocador el director técnico.

Fue lo máximo que respondieron los albicelestes a Bastian Schweinsteiger, que la víspera había asegurado que los argentinos siempre faltan el respeto, provocan a los árbitros para tratar de influir en sus decisiones.

Tampoco se ocuparon de Lahm, que tras recordar el enfrentamiento que hace cuatro años provocaron los argentinos tras caer en la tanda de penaltis del Mundial de Alemania contra el equipo local afirmó que los albicelestes «no saben perder».

Martin Demichelis, el más alemán de los argentinos, que juega en el Bayern de Múnich desde hace siete años, lo achacó al nerviosismo y al respeto que les tienen, agrandado tras la victoria lograda hace cuatro meses en la capital bávara (0-1).

Nada de nerviosismo, replicó el director general de la selección alemana, Oliver Bierhoff, que estaba en aquel encuentro de hace cuatro años y que confirmó las acusaciones de Lahm a los argentinos.

El huracán de declaraciones alemanas se llevó por delante el resto de la actualidad. Entre otras cosas, los pequeños problemas de salud de Lionel Messi que, congestionado, se perdió el entrenamiento de la jornada, aunque nada hace temer por su participación en el partido del sábado.

El jugador incluso salió a la práctica, pero el cuerpo técnico prefirió que descansara para no arriesgar y darle tiempo de recuperación.

Su puesto en el teórico equipo titular en el entrenamiento lo ocupó Javier Pastore, mientras que el resto de los jugadores fueron los mismos que debutaron en el partido de octavos de final contra México.

Lo cual significa que Walter Samuel volverá a estar ausente en la defensa en beneficio de Nicolás Burdisso, lo mismo que Jonás Gutiérrez, cuyo puesto será ocupado por Nicolás Otamendi.

En el centro del campo repetirán Maxi Rodríguez, Javier Mascherano y Ángel di María, lo que supone que Juan Sebastián Verón se quedaría fuera del once titular.

El ataque será el mismo que en los encuentros anteriores con excepción del partido contra Grecia. Es la línea que menos modificaciones ha sufrido, lo que demuestra que es en la que más confianza tiene Maradona.

La tripleta formada por Carlos Tévez, Lionel Messi y Gonzalo Higuaín tiene una efectividad que el seleccionador aprecia por encima de ninguna otra cosa.

Tévez marcó dos goles contra México y el «Pipita» otro, con lo que situó su cuenta en cuatro, máximo anotador de la competición.

Messi no ha marcado todavía, pero en Argentina nadie cae en la impaciencia. Maradona, que siempre compara este Mundial con el del 86, recuerda que él tardó en marcar pero acabó como máximo anotador. EFE

Por ccarrera