El resbalón del favorito Roger Federer en los cuartos de final de Wimbledon arrastró al helvético hasta la tercera posición en el ránking mundial y dejó el camino más llano para el número uno del mundo, el español Rafael Nadal, que se verá el viernes en semifinales con el británico Andy Murray.
Los dos aprietos iniciales que hicieron al suizo tambalearse en las dos primeras rondas del torneo volvieron a resonar en la mente de Federer cuando el checo Tomas Berdych, duodécimo favorito, le ganó hoy el primer set y se encaminó hacia su victoria.
El hasta hoy defensor del título se repuso al anotarse el segundo parcial pero, a diferencia de las otras ocasiones, esta vez Federer no logró jugar como quería para librarse de la eliminación, que lo deja por detrás del serbio Novak Djokovic en el ránking mundial.
En menos de un mes, el de Basilea ha pasado de ocupar la primera posición en la lista de la ATP a encontrarse tercero, una situación insólita para el gran rival de Nadal desde el 10 de noviembre de 2003.
Precisamente, fue el jugador español quien arrebató a Federer ese privilegiado primer puesto el pasado 6 de junio, tras proclamarse por quinta vez campeón de Roland Garros, y sumar así su séptimo Grand Slam. Hoy fue Djokovic el que se le adelantó al clasificarse para las semifinales de Wimbledon después de que el suizo se hubiera quedado a sólo un paso de ellas.
«No estoy contento con la forma en que estoy jugando. No pude jugar de la manera que quería. Es frustrante», admitió el seis veces campeón de este «grande» en rueda de prensa, donde expuso los problemas físicos que le han afectado en sus «dos o tres últimos partidos».
Federer habló de una «rigidez de espalda» y molestias en una pierna, que ya sintió en la final del torneo de Halle hace tres semanas frente al australiano Lleyton Hewitt, quien logró ese título.
Sin embargo, su adversario de hoy consideró que eran sólo pretextos para justificar, de alguna forma, esa inesperada derrota: «No sé si está buscando excusas después del partido o algo así».
Por su parte, pese a haber accedido a su primera semifinal en el SW19 con un triunfo ante el vigente campeón, Tomas Berdych no se mostró en absoluto sorprendido y aseguró que la caída de Federer se puede interpretar de distintas formas: «Se puede decir que no tuvo suerte o que su oponente fue un poco mejor que él», ironizó.
Fue el shock de la jornada. La marcha del suizo por primera vez antes de acceder a unas ‘semis’ desde 2002 -cuando perdió en primera ronda ante el croata Mario Ancic- fue, sin duda, un enorme alivio para el resto de competidores.
El número 1, Rafa Nadal, comentó que la ausencia, a partir de ahora, de Federer, le podía beneficiar: «De cara a intentar terminar como número uno, es positivo, por supuesto», admitió el segundo favorito.
El manacorense definió como «increíble» la trayectoria del suizo durante los últimos siete años y lo apreció incluso en su derrota: «es normal que algún día el pobre tenga derecho a perder, que es humano».
También el serbio Novak Djokovic se vio con posibilidades para el título después de imponerse en tres sets al taiwanés Yen-Hsun Lu, el «invitado sorpresa» en esta ronda tras eliminar en octavos al estadounidense Andy Roddick, y de conocer el tropiezo de Federer.
«Independientemente de con quién juegue, si actúo tan bien como lo hice hoy, creo que tengo una gran oportunidad (de ganar)», dijo Djokovic, de 23 años.
En su duelo de hoy, el serbio hizo valer su superioridad desde el primer set y en el sexto juego de partido rompió el servicio de su contrincante, lo que le permitió tomar una ventaja de 4 sobre 2 que le reportó seguridad mientras su contrincante se mantenía en el fondo de la pista sin subir apenas a la red.
Djokovic trató de sumar puntos moviendo a Lu por la pista, una táctica que le funcionó no sólo para acceder a su segunda semifinal del torneo, tras la alcanzada en 2007, sino para mejorar su clasificación.
El ya número dos del mundo no quiso comparar su juego y su nivel con el de 2008, cuando ganó en Australia su único título en un Gran Slam, pero dijo que está «cerca de aquello».
«Ahora mismo estoy pensando en aumentar mi nivel de confianza y actuación», explicó.
Fue una jornada en la que también el otro gran favorito, Rafael Nadal, comenzó con tropiezos al ceder en su primer parcial frente al doble finalista de Roland Garros, un Robin Soderling que «dio una paliza» al número 1 en ese set.
Una vez más, la adversidad sacó lo mejor del español, que remontó ese primer contratiempo para meterse en las semifinales.
Al valorar su encuentro con el escandinavo, Nadal consideró que tuvo «momentos complicados» pero restó importancia a su aparente cabreo con el juez de silla por la decisión sobre una bola en el comienzo de la segunda manga, así como al hecho de que Soderling llamara al fisioterapeuta cuando él sacaba y estaba a punto de ganar el tercer set.
Tras esa prueba, Nadal se enfrentará en la penúltima ronda al británico Andy Murray, en el que el Reino Unido deposita todas sus esperanzas para recuperar el título de Wimbledon por primera vez desde 1936, cuando lo consiguió el venerado Fred Perry.
«Me queda muchísimo camino para pensar en una final, tengo que ganar primero al mejor jugador del mundo para tener, si quiera, una posibilidad de lograrlo», comentó el escocés preguntado por la posibilidad de lograr ese reto que su país espera de él. EFE