La tranquilidad parece haber vuelto al sector de la Parroquia Pascuales, al norte de Guayaquil, tras la explosión de un depósito de gas la madrugada el pasado viernes, que dejó como consecuencias un total de 15 casas destruídas, 3 vehículos y a 4 personas heridas; de las cuales 2 se recuperan en sus domicilios, tras recibir el alta médica por haber sido aplastados por las paredes que se derrumbaron. Las otras dos se debaten entre la vida y la muerte. Sufrieron quemaduras en el 70 por ciento de sus cuerpos.
La posibilidad de que un atentado con bomba casera habría producido la explosión, fue descartada por los agentes antiexplosivos del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) de la Policía, que junto a los miembros del Cuerpo de Bomberos coincidieron en que el estruendo se debió a la acumulación de gases probablemente por haber prendido algún foco o fósforo.
DOS HERIDOS GRAVES
Los heridos responden a los nombres de Pedro Córdova Cabezas (27), María Quiñónez Castro (23), Eduardo Miranda Morán (37) y Diego Rojas Morán (22), estos dos últimos con pronóstico reservado, están en el Área de Quemaduras del Hospital Luis Vernaza, con lesiones de segundo y tercer grado.
PIDEN QUE SE INVESTIGUE EL HECHO
La preocupación por parte de los habitantes de las calles Puná, entre Montecristi y Portoviejo, donde ocurrió la explosión a las 03h50, los lleva a exigir una investigación exhaustiva de las autoridades encargadas en otorgar los permisos de funcionamiento a las distribuidoras de gas; ya que la explosión pudo haber terminado con alrededor de 3 mil familias, si la onda expansiva del estallido hubiese sido mayor. Luego de cumplirse dos días de la explosión, los moradores de Pascuales recuperan la tranquilidad y esperan recibir la ayuda de las autoridades gubernamentales para quienes perdieron todo. (MV)