Bogotá, 6 oct (EFE).- Al menos once indígenas colombianos murieron y otros 18 resultaron heridos al recibir el impacto de un rayo mientras realizaban una reunión tradicional en la Sierra Nevada de Santa Marta, en el norte de Colombia, confirmaron fuentes oficiales.
El grupo, perteneciente a la comunidad Wiwa, mantenía una «reunión tradicional» sobre la medianoche cuando recibió el impacto, que provocó quemaduras de primer y segundo grado a los heridos, dijo a Efe el coronel Santodomingo, del Ejército, que opera en la zona.
Los heridos fueron trasladados a tres centros médicos especializados de Santa Marta, capital del departamento del Magdalena, en helicópteros militares en los que recibieron los primeros cuidados.
El alcalde de Santa Marta, Carlos Caicedo, dijo a periodistas que en los últimos viajes hechos hoy por socorristas al lugar de la tragedia fueron encontrados varios lesionados que no estaban en el informe inicial, «de manera que tenemos 18 heridos», versión que fue confirmada por fuentes policiales.
Según la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), el rayo cayó en un punto llamado «Casa María» del resguardo Kemakumake, distante unas seis horas a pie del corregimiento de Guachaca, perteneciente a Santa Marta y lugar más cercano a esa comunidad, razón por la cual la noticia de la tragedia solo se conoció en la mañana de este lunes.
Entre los muertos está uno de los «mamos» (líder espiritual) de los Wiwa y varios de los fallecidos son familiares entre sí, según las autoridades.
El rayo cayó durante una tormenta que azotaba la zona y redujo a cenizas la choza en la que se los indígenas celebraban la reunión.
Según el mayor Arturo Vega, médico del Ejército que ayudó a socorrer a los heridos, los miembros de la comunidad al parecer estaban sentados en el suelo cuando cayó el rayo y por esa razón «tienen quemaduras en las extremidades inferiores».
Los Wiwa se asientan en zonas bajas de la Sierra Nevada, ubicada en el departamento del Magdalena, en zona limítrofe con el Cesar y La Guajira, si bien ascienden a zonas elevadas para mantener sus encuentros comunitarios.
Esta imponente montaña, que cae al mar Caribe, es también hogar de las etnias indígenas koguis, arhuacos, y kankuamos.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, expresó su condolencia y solidaridad los familiares de las víctimas y les ofreció el apoyo del Gobierno para superar esta tragedia.
«Ya les he manifestado que haremos todo lo posible por ayudar en lo que esté a nuestro alcance. Les expresamos nuestra solidaridad y ya he dado las instrucciones para que se pueda superar esta situación a la mayor brevedad posible», manifestó.
Por su parte el Consejero Mayor de la ONIC, Luis Fernando Arias Arias, dijo a Efe que esa entidad ofrecerá ayuda económica y material inmediata a los supervivientes.
«Estamos precisamente conversando con las autoridades, con las familias, para poder identificar realmente qué se necesita para adelantar muy rápidamente la ayuda a estas personas que quedaron totalmente desamparadas», manifestó.
Arias resaltó que en la ONIC están «preocupados» porque tienen constancia de que los fallecidos eran hombres, «lo que deja a sus familias desamparadas y sin sustento».
En la lista de fallecidos divulgada por la ONIC hay siete hombres de apellido Gil, grupo familiar al que pertenece la mayoría de las víctimas.
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), explicó que estos rayos son producto de un exceso de energía motivada por las altas temperaturas que se registraron en el norte del país, donde se sintieron los efectos de una «onda tropical» que provocó una «nubosidad bastante lenta».
Por este motivo, recomendó a la población «no situarse bajo los árboles», en aras de reducir riesgos. EFE