Al origen utilizado para recaudar fondos para la asociación de lucha contra la enfermedad de Charcot, ALS, el Ice Bucket Challenge abandona desde hace algunos días el hielo para servir a otras causas.
Predestinado a no ser que una estrella fugaz del Internet, un enésimo desafío por una buena causa nacido en las redes sociales, el Ice Bucket Challenge mutó, para sorpresa general, en meme (elemento cultural reconocible y transmitido por repetición). Atrapado en el círculo infinito de la viralidad, el juego al origen indefinido no ha dejado de ser transformado según lo que las estrellas con poca visibilidad desean. Los Foo Fighters parodiaron la escena del baile de Carrie de De Palma, mientras que el actor Benedict Cumberbatch (Sherlock), nominado varias veces, hice varios ice bucket en un mismo vídeo.
Basado en el principio de la nominación (yo participo en el Ice Bucket porque un tercero me ha nominado y yo nomino a una o varias personas), el Ice Bucket fue rápidamente utilizado como un Toque (poke en inglés). Las estrellas se nominan para hacer un guiño o incluso revelar su amistad o amor al mundo. Y, como el amor y el odio son dos caras de una misma moneda, algunos han aprovechado el IBC para mejor desafiarse. Así, 50 Cent desafió el boxeador Floyd Mayweather (con quién está peleado) leer una página de Harry Potter sin pronunciar la palabra «fuck», mientras que Materazzi nominó a Zidane, como un derecho de respuesta al mítico cabezazo de la final de 2006.
En unos cuántos días, el Ice Bucket se vio vaciado de su substancia y transformado en un gesto puro: aquel de echarse el contenido de un balde sobre la cabeza. A mediados de agosto, el actor Orlando Jones (de la serie Sleepy Hollow) lanzó el «Bullet Bucket», que consiste en echarse un balde de balas sobre la cabeza. Objetivo: llamar la atención sobre los eventos que sacuden a Ferguson (Misuri) desde la muerte de un joven afroamericano a manos de un policía blanco el 9 de agosto. Jones explica en su Tumblr:
«No se trata de mostrar con el dedo o enojarse. Cada bala contenida en el balde simboliza la vida de alguien que murió luchando por sus derechos civiles y por la dignidad humana. Como miembro de las fuerzas de reserva (sí, soy un sheriff de reserva) no quiero quedarme sin hacer nada cuando la gente viola los derechos civiles y humanos bajo el pretexto de la autoridad y demando que los demás buenos policías hagan lo mismo.»
Si el Bullet Bucket no conoce (todavía) el éxito de su hermano mayor, tiene unos cuantos seguidores en Instagram (ver el hashtag #bulletbucket).
Desde entonces, las declinaciones se siguen. El 23 de agosto, un periodista palestino en Gaza, Ayman al Aloul, lanza el Rubble Bucket en favor de la causa palestina. En su vídeo, subraya que «el agua es muy preciosa para ser echada sobre (sus) cabezas» y añade:
«Cuando quisimos hacer una versión palestina del Ice Bucket, vimos alrededor y encontramos el lugar que ven, lleno de edificios destruidos. Entonces decidí utilizar esos escombros en lugar del agua».
El 24 de agosto, una periodista de India, Manju Latha Kalanidhi, redujo el Ice Bucket a su objeto, el balde, lanzando el «Rice Bucket Challenge». Ya no es cuestión de echarse algo sobre la cabeza, pero de ofrecer un balde lleno de arroz a una persona en necesidad antes, incluso, de nominar amigos que deberán hacer lo mismo.
Otros no retienen del Ice Bucket que su nombre, para negarse mejor. Así el rapero francés Booba denunció la futilidad del juego. Y Pamela Anderson y la cantante Grimes se negaron a participar pues ALS realiza tests sobre animales. Una buena forma de recordar su compromiso con la causa animal.
(Fuente: Les In RocKs)