Dom. Nov 24th, 2024

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El australiano Michael Matthews remató un enorme trabajo del Orica para asestar un doble golpe con el triunfo en la tercera etapa y el maillot rojo de líder, que le arrebató a Alejandro Valverde, único de los favoritos que cedió tiempo, 7 segundos.

Matthews, que ya ha sido líder este año en el Giro, donde se llevó una etapa, fue superior en la subida a la meta de Arcos de la Frontera, punto final de la tercera etapa. Allí alzó los brazos ante la oposición del irlandés Daniel Martin (Garmin) y del español Joaquim «Purito» Rodríguez (Katusha).

No todos aguantaron los ataques finales. Con el mismo tiempo del ganador cruzaron la línea Dani Moreno, Froome, Urán, Samuel Sánchez, Nairo Quintana y Alberto Contador, entre otros. Faltaba Alejandro Valverde, que tras perder 7 segundos se despidió de la prenda roja que se puso en San Fernando.

La «Roja» tiene ahora como percha las espaldas de un joven de Canberra, de 23 años, que ya presentó credenciales el año pasado en Sanabria y Madrid, y que este año se está consagrando entre los grandes.

En el Giro estuvo con la maglia rosa 6 días y ganó la sexta etapa. No solo, es un esprinter de la escuela «aussie», es que también es rápido en finales donde se precisa pegada.

Matthews pasa al frente de la general. Cumple un sueño porque le encanta «España y la Vuelta». Saldrá este martes camino de Córdoba con 4 segundos sobre Nairo Quintana y 11 sobre Valverde. Los favoritos siguen apretados en menos de medio minuto, en espera de finales más selectivos.

El barco más grande de la Armada (230 metros de eslora), el portaaviones Juan Carlos I, lanzó desde el puerto de Cádiz la primera batalla terrestre de la Vuelta, la que debía terminar tras una pendiente de 2 kilómetros en Arcos de la Frontera, cuyo castillo es un estupendo mirador para divisar disfrutar de la sierra gaditana.

Momentos de recreo en el buque: fotos, vídeos de recuerdo…. El entonces «comandante» Valverde, de rojo, y su compañero Quintana, sonreían al mando de un avión de combate, similar a los que surcaban el cielo de la bahía a modo de exhibición. Eso antes de la salida, cuando disfrutaban de tan curioso escenario.

Luego al camino de asfalto, de 197 kilómetros, donde pronto se produjo un despegue. Cinco corredores saltaron desafiantes ante los cuatro puertos que tenían por delante y un calor que derretía el asfalto. Cerca de 40 grados.

Cousin (Europcar), Lluis Más (Caja Rural), Jonathan Fumeaux (Iam), y Jacques Van Rensburg (Qhubeka), cuatro debutantes, y el veterano Wyss (BMC), sabían que no era día de rebajas, pero al menos lograron su cuota de televisión, lo cual no es poco para los equipos más modestos. La diferencia máxima de 7 minutos nada indicaba.

Los primeros puertos hicieron el filtro natural. Juntos subieron el Alto de Gális y el de Alcornocales, pero Lluis Mas se fue solo en el Alto del Camino (2a y logró coronar el de Boyar, el último antes e Arcos.

Un pletórico Orica que trabajó a destajo todo el día para anular la fuga logró el objetivo a 25 kilómetros de meta. Pero Más no se fue de vacío, pues se convirtió en líder de la montaña y se llevó el premio de la combatividad.

Una nueva etapa nació en espera de la cuesta «trampa» de la jornada. No faltaron los nervios por colocarse bien, ni las caídas. Aterrizaron dos hombres del entonces líder, Castroviejo y Malori.

Fueron los hombres de Purito los primeros en sacar las cartas con un ataque en el último kilómetro, a cargo de Caruso, pero al italiano se le pegaron Martin y Matthews, a su vez lanzado por el colombiano Chaves, de quien dicen que pronto habrá que hacerle reverencias.

Bien merecía el Orica un premio por su tenacidad y esfuerzo. Eso no siempre ocurre, pero Matthews también se empeñó en ensalzar el trabajo de toda la escuadra australiana. El campeón del Mundo sub’23 en 2010, compañero de Óscar Freire en el Rabobank, logró su sueño. Además doble. Es el nuevo número uno de la Vuelta.

Mañana se disputa la cuarta etapa entre Mairena del Alcor y Córdoba, de 164,7 kilómetros. EFE