Jue. Nov 21st, 2024
Captura de la campaña de las autoridades de turismo tailandesas
Captura de la campaña de las autoridades de turismo tailandesas

Los homosexuales en Tailandia, al contrario de lo que muchas personas podrían pensar, afrontan muchos problemas de discriminación en el país a pesar de ser conocido como «el paraíso asiático homosexual». El acoso en las aulas, la discriminación en el trabajo y abusos sexuales que quedan sin denunciar son algunos de los muchos problemas que afronta este grupo en la sociedad tailandesa.

El ministerio de turismo tailandés promueve un país abierto a la diversidad sexual con su campaña «Tailandia, sé libre» (gothaibefree) con el fin de promover la aceptación del turismo rosa cuyo consumo aumenta durante las vacaciones.

«Ven a la libertad. Tailandia da la bienvenida a la comunidad gay» dice la campaña promocional que invita a pasar vacaciones de ensueño en un paisaje paradisiaco:

Sin embargo esta visión de la comunidad gay internacional es muy distinta a la realidad de los homosexuales tailandeses. Acoso verbal y físico por parte de compañeros de clase han sufrido más de la mitad de los tailandeses pertenecientes al grupo LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales).»Que Tailandia sea visto como un lugar acogedor para los homosexuales no significa que sus leyes sean igualitarias. Por norma general, la sociedad tailandesa y los padres no aceptan la homosexualidad de sus hijos, incluso en algunos casos los expulsan del hogar», indica a Efe Pathompong Serkpookiaw, activista en favor de este colectivo.

«Estos comportamientos repercuten en el desarrollo personal de los estudiantes que lo sufren y en muchos casos vulneran sus derechos a recibir una educación», señala Timo Ojanen, profesor de la Universidad de Mahidol y coordinador del estudio.

El 23% de las personas que han sufrido acoso por razones de su condición sexual han sido tratados por depresión, mientras casi un 7% de las víctimas se han intentado suicidar, apunta el informe. Además las estrictas reglas del sistema educativo tailandés que estipulan los cortes de pelo según género y obligan a vestir con uniforme contribuyen a evidenciar a las «personas diferentes».

«Quien no sigue las reglas es rápidamente señalado y castigado en consecuencia. Por ejemplo, los transexuales en la universidad, a pesar de que se hayan cambiado de sexo, deben uniformarse según su sexo de nacimiento», señala Pathompong.

Incluso el acto de ir al lavabo puede resultar un problema para estas personas donde se exponen a «tocamientos indeseados», según denuncian los activistas quienes reclaman la creación de servicios para el «tercer sexo».

«Los transexuales tenemos una cruz como ‘personas no buenas’. En los libros de texto que se estudian en los colegios aparecemos como ‘personas de las que se debe permanecer alejados'», expone a Efe Nongni Sansirikit, portavoz de la Asociación de Transexuales de Tailandia.

«Muchos hemos sido golpeados en clase o en casa. Conozco hasta casos de violaciones», añade.

Establecer una nueva regulación, cambiar el sistema educativo y la mayor participación de docentes y directores de los colegios para incentivar que los estudiantes denuncien los abusos son algunas de las medidas que las asociaciones proponen para paliar estos problemas.

Sin embargo, la discriminación del colectivo LGTB en la sociedad tailandesa rebasa los límites de las aulas para afectar al ámbito laboral y los medios de comunicación.

«A la hora de optar por un puesto de mayor rango en el trabajo nos discriminan ya que, a pesar de tener buenas capacidades, muchos trabajadores no aceptan que su jefe sea un transexual», apunta Nongsi.

En las series de televisión, los homosexuales y transexuales aparecen como personas «agresivas y generalmente interpretan los papeles de malos».

Asociaciones en favor de los derechos del colectivo LGBT y personas individuales han llevado al Parlamento de Tailandia varias peticiones para regular el matrimonio entre personas del mismo sexo en el país, sin que de momento ninguna haya llegado a prosperar.

(EFE)