Washington (EFE).- Estados Unidos inició sus ataques «selectivos» a posiciones del Estado Islámico (EI) con dos rondas de bombardeos en el norte de Irak, y dejó abierta la posibilidad de ataques adicionales para proteger al país de la «amenaza» de los yihadistas. Apenas unas horas después de que el presidente estadounidense Barack Obama anunciase su autorización para los ataques aéreos «si fuese necesario», el Pentágono confirmaba que dos aviones Hornet F/A 18 habían lanzado bombas de 230 kilos dirigidas por láser contra dos piezas de la artillería de los yihadistas del EI que habían disparado contra los defensores kurdos de la ciudad de Erbil, en una zona en la que había fuerzas estadounidenses.