El desgarro en la pierna que sufrió el ariete Humberto Suazo ha hecho saltar las alarmas en la selección de Chile, a sólo dos semanas de su debut en el Mundial, donde con casi toda seguridad se perderá el primer partido ante Honduras.
Los pronósticos más halagüeños señalan que la rotura fibrilar de 3,5 centímetros en el isquiotibial izquierdo del ‘Chupete’, lo tendrá alejado de las canchas entre dos y tres semanas, por lo que, con suerte, llegará por los pelos al partido ante Suiza, el 21 de junio.
Las lesiones se han cebado con el delantero chileno en las últimas semanas, en las que ha pasado más tiempo en la enfermería que entrenando con sus compañeros.
Suazo reapareció con gol incluido, el domingo pasado en un amistoso ante Israel, después de estar cinco semanas de baja por la lesión en un hombro que sufrió en un partido con el Zaragoza frente al Real Madrid en la liga española.
Fue precisamente en el partido frente a Israel cuando el chileno se desgarró el músculo de la pierna, razón por la cual el técnico Marcelo Bielsa lo dejó en el banquillo en el segundo tiempo, aunque en un primer momento no parecía un problema importante.
La noticia cayó como un mazazo en el ánimo del jugador y de la concentración chilena, aunque este martes Bielsa no dudó en incluirlo en la nómina definitiva de 23 futbolistas que el sábado viajarán a Sudáfrica.
El debate se ha instalado también en los medios deportivos, que analizan y proponen cómo debe armarse la línea ofensiva de Chile sin Suazo, el máximo artillero de las eliminatorias sudamericanas para el Mundial, con diez tantos.
Las alternativas que se manejan son el recambio natural de Suazo por Esteban Paredes, del Colo Colo chileno, un ‘nueve’ clásico que ha jugado varios partidos en esa posición.
Otra opción es desplazar al centro a Alexis Sánchez o incluso a Jorge Valdivia, que ya tuvo minutos en esa posición en algunos choques de las clasificatorias.
Mientras tanto, los médicos de la selección ‘araucana’ trabajan para acelerar la recuperación del jugador y lo sometieron a un tratamiento de plaquetas en la zona afectada. EFE