Una nena de tres años padeció la discriminación y la intolerancia de los dueños de un restaurante de comida rápida que la echaron, tras aludir que las cicatrices que posee en su cara asustaban a los clientes, según informa el diario The Huffington Post.
El hecho ocurrió en un local situado en Jackson, Mississippi, y se propagó en forma rápida por las redes sociales.
«Su cara molesta a nuestros clientes», fue el argumento que debió oír Victoria Wilcher y su abuela, Kelly Mullins. Victoria tiene su rostro deformado por un ataque de tres pitbulls, que sufrió en abril. Por las lesiones, la nena perdió su ojo derecho y sufrió fracturas en la mandíbula, nariz y pómulos.
«Victoria entendió lo que dijeron. Lloró todo el camino a su casa», reconstruyó Mullins a CNN México, al tiempo que explicó que la menor no quiere mostrarse: «Tiene tres años y está avergonzada por su apariencia. Odio eso porque no debe ser así. No es su culpa».
Frente a lo sucedido los padres de Wilcher iniciaron una campaña de desprestigio en las redes sociales. La familia hizo un recuento del incidente en un perfil de Facebook, creado para recaudar fondos para los gastos médicos de la menor.
«¿Esta cara te da miedo?», escribió la familia el 12 de junio. «La semana pasada se le dijo a esta cara preciosa que debía irse porque su rostro asustó a los otros comensales», describió. El mensaje, al igual que la indignación de los lectores, no tardó en reproducirse.
Tras las críticas que los usuarios lanzaron contra el restaurante, los dueños del local gastronómico aseguraron haber abierto una investigación para esclarecer los hechos y, según indicó la cadena de noticias CNN, se comprometieron a donar 30 mil dólares para ayudar a costear las operaciones reconstructivas a las que Victoria deberá someterse.
Fuente: Agencias/Clarín