Jue. Nov 21st, 2024

Los países amazónicos, que atesoran el 20 % de las reservas de agua dulce del planeta, ratificaron hoy el rol «político-estratégico» de ese recurso y se comprometieron a coordinar planes para su defensa, preservación y uso sustentable.

«La propia ONU ha dicho que el agua puede ser objeto de guerras en el futuro», dijo el embajador venezolano en Brasil, Diego Molero, al clausurar hoy en Brasilia una reunión de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), que integran Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela.

En la cita participaron los embajadores de esos países en Brasil, que integran la Comisión de Coordinación de la OTCA, que se reunió con motivo de celebrarse mañana el Día Mundial del Agua.

Esos ocho países atesoran alrededor del 20 por ciento de las reservas mundiales de agua dulce, que están concentradas en la vasta cuenca amazónica y su red de afluentes, compuesta por decenas de miles de ríos, de los cuales unos 25.000 son totalmente navegables, lo que les confiere también un importante valor socio-económico.

Países amazónicos
Países amazónicos

Estudios realizados por científicos de organismos internacionales sostienen que, de toda el agua que existe en el mundo, sólo el 2,5 por ciento es dulce y en su mayoría se encuentra congelada en las grandes masas polares.

Las vastas reservas amazónicas, sin embargo, pudieran ser aún mayores, en función del resultado de investigaciones que están en curso.

Desde hace más de dos años, científicos de una universidad del norte de Brasil analizan datos sobre un acuífero subterráneo que existe en esa zona y se sospecha que puede llegar a duplicar las reservas de agua dulce del llamado «pulmón vegetal» del planeta.

Conocido como Alter do Chao, el acuífero se sitúa a unos 350 metros de profundidad y, según los cálculos preliminares, tiene una superficie de 437.500 kilómetros cuadrados y un espesor medio de 545 metros.

El embajador de Ecuador en Brasil, Horacio Sevilla Borja, afirmó que, de confirmarse esas previsiones, las reservas hídricas de la Amazonía tendrán un valor «político» mucho mayor, por lo que la región debe comprometerse con su «defensa» y preservación.

En ese sentido, valoró la «importancia y calidad técnica» de la OTCA, pero subrayó que el organismo tiene un papel «fundamentalmente político» y el «deber» de convertirse en un «espacio de soberanía» frente a quienes persiguen «la internacionalización» de la Amazonía.

En ese mismo sentido se pronunció el embajador de Bolivia, Jerjes Justiniano Talavera, quien sostuvo que «durante millones de años la Amazonía fue habitada por personas que la conservaron en paz y en armonía con la naturaleza».

SE RATIFICA EL VALOR DEL AGUA EN PAÍSES AMAZÓNICOS

Apuntó, sin embargo, que «durante los últimos 50 años, la mano depredadora del hombre se ha dedicado a destruirla», aupada por «la cultura del consumo» que, en su opinión, impusieron el «capitalismo» y los países más desarrollados.

Talavera criticó que organizaciones no gubernamentales de Estados Unidos o Europa «pretendan ahora dar lecciones sobre protección de la Amazonía» y aseguró que la clave para la preservación está en las culturas indígenas «originarias».

El diplomático citó la Constitución boliviana de 2009 y valoró en especial que ese nuevo marco constitucional ha incluido al agua como un «derecho humano», lo cual, en su opinión, constituye un «ejemplo para el mundo» y, sobre todo, para los otros países amazónicos.

El embajador venezolano, quien preside la Comisión de Coordinación de la OTCA, dijo a Efe que ese organismo «es parte de la alianza estratégica regional» que conforman otras instancias, como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (Celac).

En ese sentido, apuntó que «el sentimiento latinoamericano es de que la Amazonía es nuestra, que es de toda la región, y que no se aceptan ni se aceptarán las intromisiones externas».

Fuente: EFE