El Santiago Bernabéu acogerá, mañana (13h45 de Ecuador), una final inédita, entre el Bayern Múnich e Inter de Milán, dos equipos históricos, dos gigantes que recuperan un lugar preponderante en el escenario principal del fútbol internacional.
Es la final número 55 de la historia de la Liga de Campeones y la cuarta que se disputa en el estadio Santiago Bernabéu.
Si gana el Bayern, será su quinto trofeo;si lo hace el Inter, sumará su tercero. En el formato de Liga de Campeones, ningún equipo ha ganado el título por segunda vez consecutiva.
Bayern e Inter son dos viejos campeones. Entidades de referencia que han formado parte importante, en distintas épocas, del lustre adquirido en el trayecto competitivo del Viejo Continente. Y que se enfrentarán por vez primera en una final europea.
Tal y como reconoció hace días su técnico, el portugués Jose Mourinho, la final de Liga de Campeones es “un sueño” para el Inter, que no se encuentra en esta situación desde hace 38 años, cuando perdió ante el Ajax en Rotterdam y entonces la competición se denominaba Copa de Europa.
Pero también lo es para el Bayern, que nueve temporadas después pretende ampliar su cosecha de éxitos.
A pesar de su leyenda, el conjunto alemán ha sido uno de los tapados del torneo. Sometido a la crisis del fútbol germano, el Bayern ha tardado en salir a flote. De la mano del holandés Louis Van Gaal, que afrontará en Madrid su tercera final de Liga de Campeones tras las dos que jugó el Ajax, con un triunfo, en 1995, y una derrota, en 1996, ha reconducido su situación.
Es la octava ocasión en la que el Bayern estará a orillas del éxito. Hasta ahora su historia resplandece con cuatro títulos de la Liga de Campeones (1973-74, 1974-75, 1975-76 y 2000-01), que añade a las dos Copas Intercontinentales (1976, 2001), una Recopa (1966-67) y una Copa de la UEFA (1995-96).
El Inter está ante su gran oportunidad. A la sombra del gran Milán e, incluso, de los buenos tiempos de la Juventus, hace tiempo que ha recuperado el primer lugar en Italia. Acostumbrado a las conquistas ligueras en los tiempos recientes -2006, 2007, 2008 y 2009-, agota sus esfuerzos en el premio continental.
Es su auténtico anhelo. Veintiocho años le separan de su última cita. En Rotterdam, donde cedió ante el Ajax. Antes, en 1967 perdió el título a manos del Celtic, en Lisboa. No logra el título desde hace cuarenta y cinco años, cuando jugó ante el Benfica en San Siro en 1965. Un año antes lo había logrado en Viena, donde superó al histórico Real Madrid. Su peso internacional se completa con dos Copas Intercontinentales (1964 y 1965) y tres Copas de la UEFA (1991, 1994 y 1998). EFE