El Premio Nobel de Química 2011, el israelí Dan Shechtman, el cual está cargo en su país de un programa para enseñar ciencias a los niños de cinco años, recomendó hoy a los padres que eduquen a sus hijos para ser «cuestionadores».
Shechtman, que descubrió en 1982 la fase icosaédrica y en 2011 fue galardonado con el Nobel por el descubrimiento de los cuasicristales, se encuentra en Quito para dictar unas conferencias, invitado por la Universidad San Francisco y el colegio Alberto Einstein.
En una rueda de prensa, opinó que un buen científico debe ser «humilde» y contó lo que a su juicio se debe hacer para que los niños se interesen por el mundo de las ciencias.
Los israelíes preguntan mucho, no creen que todo lo que les dicen es correcto, indicó al asegurar que promueven en sus niños el ser «cuestionadores».
Recordó que cuando sus cuatro hijos eran pequeños, junto a su esposa, hablaban sobre algún tema durante la cena y hacían preguntas, pero no les daban las respuestas.
Los pequeños iban a sus habitaciones a buscar las respuestas en la enciclopedia y regresaban al comedor con sus soluciones: «Así es como desarrollas el primer deseo de aprendizaje de conocimiento, la habilidad de hacer preguntas e ir a buscar respuestas y el deseo de entender el mundo alrededor de uno», comentó.
«Creo que si quieren inculcar a gente a estudiar ciencias, hay que empezar de etapas muy tempranas», dijo al señalar que en Israel está desarrollando un proyecto para enseñar «ciencias de verdad» a niños de cinco años de edad.
Shechtman relató que encontró que un problema era el hecho de que él enseñaba a los profesores para que ellos transmitieran su conocimiento a los niños. Lo más conveniente, dijo, es un traspaso directo del conocimiento.
Por ello, prepara para 2014 un programa de televisión con niños en un canal educativo de su país. Hará treinta vídeos de unos quince minutos cada uno sobre física, ciencias de la tierra y biología, dirigidos a infantes de cinco años, profesores y padres de familia.
El programa se repetirá muchas veces durante el día, para que los niños lo puedan ver con sus padres y profesores y expandir su conocimiento.
«Serán ciencias de verdad», explicadas con lenguaje sencillo especificó al apuntar que, además, creará una página de internet en la que estudiantes y profesores de ciencias solventarán distintas preguntas y recibirá comentarios y sugerencias.
Shechtman dijo a Efe que una de las cosas que le hacen más feliz en la vida es la gente, además tener éxito en lo que hace y entender su trabajo en ciencia.
«Me gusta la gente mucho y por eso visito mucha gente y encuentro gente fantástica. Hablo con presidentes, con gente de la calle, con nativos y todos me dan alegría cuando me sonríen y les sonrío. La gente es lo más importante», recalcó.
El científico dijo ser «el peor crítico» de sí mismo, una peculiaridad que lo mantiene en una constante búsqueda de la excelencia en su vida.
Para lograr la excelencia en cualquier profesión se requiere un «conocimiento amplio» en diferentes disciplinas a fin de ser capaz «de mantener una conversación inteligente» en cualquier sector.
«Pero eso no es suficiente» para tener una «maravillosa carrera», apuntó, pues se debe buscar ser «experto en algo, ser mejor que sus colegas, ser un profesional a nivel mundial en alguna cosa que le guste».
A esos dos pilares de base es fundamental sumarles la confianza en uno mismo, dijo quien confió en sí mismo y pese a ello repitió sus experimentos varias veces hasta probarse que estaba en lo correcto.
Aseguró que ve sus experimentos de distintos ángulos y desarrolla teorías en diferentes maneras, y una vez comprobados, se dice a sí mismo: «ahora puedes enfrentar el mundo». EFE