Tras el aluvión del viernes 18 de octubre en el sector de Santa Rosa de Pomasqui, sector La Pampa, el reporte especial de situación señala que el total de viviendas afectadas es de 22, de las cuales 6 tienen un daño mayor. Las 16 viviendas restantes tienen daños como paredes caídas y lodo o piedras en su interior. El área afectada total es de 4000m2 y las familias afectadas son 25 que han sufrido la pérdida de muebles, electrodomésticos y enseres.
El alcalde Augusto Barrera indicó que las piedras que cayeron en Santa Rosa de la Pampa provinieron de canteras no cerradas y que allí el suelo está debilitado y se ha cerrado el cauce de quebrada. Eso, sumado a la lluvia, fue lo que generó el aluvión.
«Es infame que alguien explote las canteras, se llene los bolsillos y luego se vaya. Debe haber un cierre técnico», afirmó el alcalde, quien destacó, sin embargo, que Quito tiene un mapa de riesgos que permite implementar planes de prevención y emergencia.
Augusto Barrera señaló que durante esos tres meses se definirá el nivel de mitigación de la vivienda y se decidirá su estadía o traslado, y que mientras tanto las familias afectadas están en albergues y recibirán ayuda para arriendo durante ese tiempo.
El alcalde explicó que las personas cuyas viviendas no sean mitigables, se acogerán a los programas de relocalización. De todas formas, recordó que Santa Rosa de la Pampa es un barrio regularizado desde hace varias décadas, pero que las edificaciones no lo están.
Finalmente, el burgomaestre aseguró que el Municipio de Quito hará un seguimiento de las necesidades básicas de las familias afectadas hasta su recuperación total.
Lourdes Rodríguez, secretaria Metropolitana de Seguridad y Gobernabilidad, informó que el Municipio de Quito maneja un fondo de emergencia de 1’500.000 dólares para atender eventos como el de Santa Rosa, con el que se provee el apoyo inmediato a las personas afectadas en el siniestro, “entregándoles comida caliente, frazadas, cuestiones inmediatas de la emergencia y la evacuación”.
Además, los damnificados tienen acceso a recibir una ayuda humanitaria con vigencia de 3 meses, equivalente al 50% del salario de la remuneración básica unificada (159 dólares) por mes para que atiendan sus necesidades urgentes.
Mientras los afectados reciben la ayuda humanitaria, el Municipio determinará si la vivienda puede ser rehabilitada o si la familia debe ser relocalizada en un sector y casa más segura, para lo cual obtendría un bono especial del Gobierno Nacional y de la Alcaldía que aporten a los propios recursos familiares que le permitan tener una nueva vivienda.