Históricamente es el día en el cual Moisés retornó del Monte Sinaí con las segundas tablas de la ley. Las primeras tablas habían sido destruidas por él a raíz del pecado del becerro de oro. La misma ley en nuevas tablas. Un nuevo comienzo. Una nueva oportunidad. El Talmud relata que Iom Kipur era considerado como uno de los días más alegres que tuvo el pueblo de Israel. El permitírsele un nuevo comienzo era razón de su abundante regocijo.
REPRESENTACIÓN PARA EL PUEBLO JUDÍO
En el día de Iom Kipur se suspenden los medios básicos de subsistencia: el comer y beber. Asimismo, se abstiene de ciertos placeres, a saber: vestir zapatos, lavarse, perfumarse y tener relaciones matrimoniales (Innui).
En el día de Iom Kipur se permiten únicamente las tareas autorizadas en Shabbat (Shabaton). Sin embargo, no se debe mal interpretar estos actos como un castigo, auto-flagelación o masoquismo.
El derecho a la vida de manos del Todopoderoso tiene como objetivo que el ser humano la utilice para el bien. El pecador renuncia a su derecho de vida. Es una consecuencia natural. Su ayuno es un reconocimiento tácito a la pérdida del derecho a su propia existencia al haberse entregado a las tentaciones. La abstención de tareas creativas es el reconocimiento a la pérdida de su derecho a Ser pensante y creativo al emplear erradamente su posición frente a la naturaleza y a la sociedad (Kapará).
La otra consecuencia del pecado es la insensibilidad del alma frente al mal que permite y da lugar a un mal adicional quedando la persona más propensa a repetir la falla. Iom Kipur (como gesto de la Misericordia Divina) protege el futuro para que esté influenciado por el pasado (Tahará).