El Consejo de Derechos Humanos (CDH) de Naciones Unidas adoptó hoy una resolución -a iniciativa de Perú, Ecuador y Costa Rica- contra la transferencia de armas en situaciones de conflicto armado, una acción que por sí sola puede multiplicar las violaciones de los derechos humanos.
La resolución fue sometida a votación a petición de Estados Unidos, que fue el único país que votó en contra, frente al apoyo que recibió de 42 países, mientras que cuatro optaron por abstenerse.
El proyecto aborda una cuestión que había permanecido ausente del debate en el CDH y que está relacionada con el impacto de la transferencia de armas a las partes beligerantes de un conflicto, como ocurre en el caso de Siria, donde las fuerzas gubernamentales y opositoras reciben armamento de distintas fuentes externas.
El texto aprobado en el último día de sesiones del CDH, exhorta a los Estados a que se abstengan de facilitar armas a partes envueltas en un conflicto, en particular si se estima que hay razones suficientes para creer que pueden servir para cometer o facilitar abusos de los derechos humanos.
Se recuerda que la disponibilidad generalizada de armas puede tener consecuencias especialmente graves para mujeres y niñas, debido a que aumenta el riesgo de violencia sexual; así como para menores, en vista de que facilitan el reclutamiento forzado de éstos.
A pesar de tales observaciones, Estados Unidos mantuvo hasta el final su oposición a la resolución, cuyo contenido vinculaba a la situación en Siria.
EEUU es uno de los principales proveedores de armas a la oposición armada siria, al igual que ciertos países árabes que prefirieron abstenerse de votar la resolución, mientras que a Rusia e Irán se les considera como los abastecedores del arsenal del régimen.
A este respecto, el embajador de Perú ante la ONU en Ginebra, Luis Enrique Chávez, enfatizó que el texto «no crea nuevas obligaciones internacionales», sino que aborda por primera vez «una cuestión extremadamente sensible que estuvo durante mucho tiempo ausente» de los debates en el CDH.
En esa línea, expresó su sorpresa por la oposición de ciertos países: «¿Cómo es posible sostener que nos preocupa la situación de los derechos humanos en el mundo y, al mismo tiempo, no ser firmes en la condena a la entrega de armas que pueden ser utilizadas para violar esos derechos que decimos defender?».
Distintas instancias de derechos humanos de la ONU, incluida la comisión investigadora sobre los crímenes perpetrados en el conflicto sirio, han solicitado a los países que dejen de armar al gobierno y a los rebeldes sirios por considerar que esto sólo enardece más el conflicto y favorece los abusos contra la población indefensa. EFE